Sara Pérez Jerónimo
Periodista
Desde sus inicios, la agricultura es un bien fundamental e imprescindible para cubrir las necesidades alimenticias del hombre. Con el paso del tiempo, ha tomado nuevas formas, y hoy en día es el propio consumidor quien tiene la posibilidad de decidir que tipo de productos desea consumir… o no. Según revela el cuarto Observatorio de Frutas y Verduras realizado por la asociación francesa Familles Rurales, la agricultura ecológica está empezando a despuntar como un bien de lujo reservado a unos pocos privilegiados.
La asociación, lejos de mantenerse al margen, ha calificado de “inaccesibles” las frutas y verduras orgánicas, quienes han experimentado una subida de precios de un 11,5% y un 5,5% respectivamente en un sólo año.
En el estudio, publicado ayer en exclusiva por el diario francés La Croix, han participado más de 80 personas encargadas de viajar a lo largo de 38 departamentos del país galo. Realizado en los meses de junio y julio, se ha comparado por primera vez el precio de ocho frutas y ocho hortalizas, siendo igual el procedimiento para los productos cultivados por la agricultura convencional y la ecológica.
“A simple vista, la idea de la agricultura ecológica es muy llamativa y atrae cada vez a más hogares. Pese a que muchos piensan que estos productos son más caros que los procedentes de la agricultura tradicional, no saben que la diferencia es enorme” subrayó Thierry Damien, presidente de Familles Rurales.
Según el estudio, el rango de precios promedio de frutas (manzana, melón, albaricoque, cereza, fresa, melocotón, nectarina y pera) revela una digna consideración a tener en cuenta en el país vecino. Productos como la nectarina orgánica se sitúan por las nubes, superando en un 121% el precio de la convencional. Y es que lo ecológico sale caro, situando sus productos en las altas esferas, siendo un 68% más caros que los tradicionales y estableciendo el precio por kilo en 5’54 euros frente a los 3’29 que nos costaría el kilo de fruta convencional.
En el caso de las verduras y hortalizas (berenjena, zanahoria, calabacín, judías verdes, pimientos, patatas, tomates y lechuga) los precios son similares con diferencias de hasta el 69% y alcanzando los 3’23 euros por kilo frente al 1’90 de los productos convencionales.
¿Es lo ecológico un lujo?
Las voces de expertos en salud, dietética y nutrición se unen al unísono e inciden en la necesidad de consumir un mínimo de cinco piezas de frutas y verduras al día, pero ¿qué ocurre cuando una familia no puede permitírselo?
“Muchas familias han dejado de consumir la cantidad recomendada de frutas y verduras. Su justificación ante esto siempre hace referencia al coste de las mismas” recalcó Thierry Damien, a lo que añadió que “el precio de la agricultura ecológica aleja mucho a las familias de estos productos, aún inaccesibles para muchos”.
La asociación calcula que una familia compuesta por cuatro miembros, dos adultos y dos niños, y que desee seguir las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) tendría que gastar unos 130 euros mensuales solamente en la frutería, gasto que incrementaría si optasen por productos procedentes de la agricultura ecológica.
Otra de las lecciones que desprende el estudio es que comprar este tipo de productos en pequeños comercios puede salvar aliviar un poco más la economía familiar, ya que los precios más caros se sitúan en mercados y grandes superficies.
Pese a que cada vez está más extendida la idea de una agricultura ecológica, mediambientalmente sostenible y accesible a todos, nada más lejos de la realidad. Uno de los primeros países en demostrarlo ha sido Francia con este informe, que desprende sin lugar a dudas las dificultades del consumidor para acceder a esta forma de agricultura, que lejos de eliminar barreras para su comercialización, no deja de alejarse de un consumidor que no deja de mirar por el bien su bolsillo.
Más información: Video”Les fruits et les légumes bio 70% plus chers”. BFM TV (Francés)