Una empresa prestadora de salud (EPS) le paga al anestesiólogo por una cirugía de apéndice el 30% de lo que le paga al cirujano con la idea, creemos, de que su labor se limita sólo a dormir al paciente con una inyección intravenosa, mientras que el cirujano trabaja duro cortando y cosiendo tejidos humanos,
Pero, qué tal si el paciente es "especial", en el sentido de que es niño, portador de una cardiopatía grave como la Tetralogía de Fallot (ver post anterior para detalles) que impide que sea programado para cualquier cirugía que no sea de urgencia. Vamos a ver en qué consiste el trabajo del anestesiólogo, además de la intubación/extubación traqueal, control de funciones vitales y de la profundidad anestésica, en este caso en particular.
1. En primer lugar el anestesiólogo debe haber seguido estudios de subespecialidad en anestesia cardiovascular, pues es la única manera de manejar un paciente cardíaco con alta probabilidad de complicarse.
2. Debe realizar una visita preoperatoria para evaluar exhaustivamente al paciente y diseñar un plan de anestesia a aplicar (drogas, técnicas, monitoreo), pues en en estos lances cualquier falla puede resultar en la muerte del niño.
3. Una disminución brusca en la presión arterial puede empeorar la ya deficiente oxigenación de diversos órganos del cuerpo, de modo que no basta medir la presión con brazalete y de modo intermitente. Es necesario colocar uncatéter en la arteria radial para monitorizar la presión en tiempo real.
4. La hidratación intravenosa se debe efectuar de manera perfecta. Un exceso de líquidos puede causar falla del corazón enfermo; un déficit de los mismos agravaría la deficiente oxigenación tisular. Por tanto debemos colocar uncatéter venoso central en la vena yugular interna, tanto para medir la presión venosa central y ajustar la infusión de fluidos, como para administrar drogas que mejora la fuerza de contracción del corazón.
Es un montón de trabajo, ¿no?
Por su parte el cirujano, una vez que el niño está perfectamente "anestesiado" y "vigilado" procede a extraer el apéndice como lo haría en cualquier niño sano, pues la cardiopatía no ofrece dificultad adicional para la técnica quirúrgica (no se altera la anatomía).
No nos interesa cuánto gana el cirujano, bien merecidos tiene sus honorarios, pero en este caso en particular el trabajo del anestesiólogo es extremadamente complejo, y sus justos honorarios superarían largamente a los de quien extrae el apéndice.
Sólo US $50.00 fueron pagados a este blogger, anestesiólogo cardiovascular, por la última apendicectomía en niño que atendió. Así lo determina el tarifario SEGUS 3.0 vigente en el Perú. ¿Habrá algo más injusto?