Te llega en el cuaderno de comunicaciones la nota avisando que uno de tus hijos se va de viaje, en ómnibus y a dormir en un hotel y te das cuenta de que ya están grandes. Miedos, consejos, ansiedades que nos invaden cuando los que viajan son ellos

Tomarnos unos días para hacer planes de fin de semana romántico cuesta, en mi caso, desde lo económico hasta la planificación. Pero una vez que resolvieron el listado de temas, saben que van a estar cuidados, adentro, y se aventuran con sus parejas a una experiencia por lo menos divertida.
Si por cuestiones laborales, alguno de los dos viaja, está el otro para hacerse cargo. Cambian las rutinas, se flexibilizan algunas reglas, pero siguen con la situación bajo control.
Y llega el día que los que viajan son ellos, los chicos, nuestros hijos que de a poco quieren salir a conocer el mundo, independizarse de nosotras para encontrarse a ellos mismos.
