De mediados de junio a mediados de septiembre no podemos ni verlos... Nos estamos refiriendo a, paradojicamente, nuestros muy amados pantalones vaqueros. Y la culpa de ese destierro temporal la tiene las altísimas temperaturas de nuestro tórrido verano, que nos hace sudar solo de imaginar que tenemos que "embutirnos" en uno. Sin embargo, con las primeras lluvias del final del verano, esas que hacen descender la temperatura los grados suficientes, recuperamos nuestros amados jeans y retomamos ese idilio interrumpido por el calor... Como ha ocurrido, justo, este último fin de semana; nos ha faltado tiempo para volver a lucir los tejanos en nuestros cuerpos serranos. Y la sensación es casi la misma que si los estrenáramos, pues siempre hay alguna camiseta o zapatos de la temporada veraniega con los que combinar, creando estilismos nuevos y actuales. Pero hemos ido más allá para dar fe de la versatilidad de esta prenda incluso en el hogar, capaz de decorar por sí misma como todo un símbolo que es; la de ser el atuendo más universal que existe.
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¿Qué importancia le dais a vuestros pantalones vaqueros? ¿Decoraríais con ellos así?