Mercedes Chacín
Letra desatada
Primer párrafo. Cuando me hablan de papel tualé pienso en la reducción de la pobreza en Venezuela, razón que basta para ser bolivariana, chavista, socialista y antiimperialista y seguir siéndolo hasta que me muera. Cuando me hablan del café pienso en la Misión Sonrisa. Cuando me hablan del champú pienso en la Misión Robinson. Cuando me hablan de la reducción del cupo de viajeros pienso en Mi Casa Bien Equipada. Cuando me hablan de harina de maíz pienso en los Centros de Diagnóstico Integral. Cuando me hablan de leche pienso en el Hospital Cardiológico Infantil. Cuando me hablan de toallas sanitarias pienso en las soluciones viales de Haiman en las carreteras y autopistas de todo el país. Cuando me hablan de margarina pienso en la Gran Misión Vivienda Venezuela.
Segundo párrafo. Cuando me hablan de papel tualé pienso en la masificación de la educación universitaria y en que cada vez hay más gente que no es incompleta por aquello de que sino estudia, lo es. Cuando me hablan del café pienso en la Misión Barrio Adentro I y II. Cuando me hablan del champú pienso la Misión Nevado. Cuando me hablan de la reducción del cupo de viajeros pienso en la integración. Cuando me hablan de harina de maíz pienso en la Misión Árbol. Cuando me hablan de leche pienso en los dos puentes sobre el Orinoco. Cuando me hablan de toallas sanitarias pienso el tren para el Tuy, en el Metro de los Teques y en el Bus Caracas. Cuando me hablan de margarina pienso en el nuevo régimen penitenciario, en las cárceles oprobiosas y vergonzosas que poco a poco van cambiando de rostro.
Tercer párrafo. Cuando me hablan de papel tualé pienso en la Villa del Cine y en el chorro de estrenos de películas venezolanas. Cuando me hablan del café pienso en la recuperación de los espacios públicos en la capital y en otros estados del país. Cuando me hablan de champú pienso en el Banco de la Mujer. Cuando me hablan de la reducción del cupo de viajeros pienso en la solidaridad entre los pueblos, en la Celac, en el Alba y en PetroCaribe. Cuando me hablan de harina de maíz pienso en Venezuela Productiva, en los vergatarios, en los tele Patria y en las canaimitas. Cuando me hablan de leche pienso en los jubilados y pensionados igualados con el salario mínimo. Cuando me hablan de toallas sanitarias pienso en los satélites. Cuando me hablan de margarina pienso en los consejos comunales, en las comunas y en cómo un pocotón de gente le está echando piernas para hacer realidad sus sueños.
Cuarto párrafo. Cuando me hablan de esos productos pienso en la gente buena de nuestro país. Pienso otra vez en la reducción de la pobreza y en la guerra económica que dicen que no existe pero que esta retahíla de logros ignorados (y los que faltan) hace palpable. Pienso en el capitalismo, sistema responsable de que haya en el mundo más 700 millones de personas muriendo de hambre y en los asuntos que falta resolver en Venezuela. Cuando me hablan de todo eso, pienso en Chávez, pienso en la Patria. Y decido resistir porque con nosotros está la verdad, la libertad y la justicia. Sigamos.