Cuando me observan, ¿hago mejor las cosas?

Todos tenemos asumido que cuando nos sentimos vigilados, hacemos las cosas mejor, o al menos cumplimos la norma sin dudarlo. ¿Miedo al castigo? No lo sabemos, pero es algo que hasta los estudios científicos han demostrado (como este maravilloso experimento sobre el efecto de los ojos en los carteles de aviso para pago de café en una universidad).En el mundo sanitario, se ha comprobado en muchas ocasiones, que la vigilancia y la observación incrementa el cumplimiento de las obligaciones y deberes. De hecho, en los experimentos y estudios que se realizan, existe un sesgo de observación derivado de la medición que es necesario eliminar para saber cuanta gente hace algo por su propia decisión y cuanta gente lo hace motivado por dicha observación.Precisamente, la revista Clinical Infectious Diseases publica un artículo titulado "Using High-Technology to Enforce Low-Technology Safety Measures: The Use of Third-party Remote Video Auditing and Real-time Feedback in Healthcare" acerca del efecto de la vigilancia con cámaras en el lavado de manos del profesional sanitario. Así, en diversas UCI de hospitales se instalaron cámaras en pasillos y boxes para comprobar si el profesional se lavaba las manos al entrar y salir. Además, se informó del grado de cumplimiento con carácter periódico.¿Y qué ocurrió? Las tasas de lavado de manos subieron de un 10% a un 81'6% y lo más curioso es que se mantuvieron durante todo el periodo de estudio (2 años). Eso sí, el coste de la instalación y el mantenimiento mensual de las cámaras y las grabaciones no ayudan a pensar en que la intervención sea coste-efectiva. Pero el resumen está claro: sabemos como hacer bien las cosas, de hecho cuando nos vigilan las hacemos bien, ¿por qué no las incluimos en nuestros hábitos diarios?