Cuando merece la pena

Algo fuera de lo habitual, cuando no tienes mucho tiempo para contar algo útil o que realmente merece la pena, piensas en aquellas cosas que merecen la pena de verdad. Todos pasamos por malos momentos o malas rachas, tan sólo es necesario saber diferencias cuando son pequeñas borrascas a cuando se convierten en profundos agujeros negros. Sea lo que sea, la única forma de salir es con optimismo e ilusión, sin dejar que nada ni nadie nos impida sonreír y estar a gusto con nosotros mismos. Porque nuestra vida es la que vivimos por nosotros, no por nadie más.  Os dejo con algunas imágenes que me gusta ver o cosas en las que me gusta pensar que para mí merecen la pena. Os recomiendo que cuando tengáis un momento malo o una temporada negativa, echéis un vistazo a todo lo bueno que se pude encontrar. ¿Qué puede ser poco? Sí, porque hay demasiada injusticia y cosas que nos hacen recapacitar si estamos marchando por el camino correcto, pero al menos todo tiene un comienzo. Ya sea un vestido fabuloso, una sonrisa, esos zapatos que te quitan la respiración, el olor a lluvia, comerse una piruleta o pasar tiempo con alguien especial.  Así que a sonreír. Eso si que merece la pena.  xoxo Nerea.