Buscando solidaridad y ayuda en hombres y mujeres que pueden hacer cambiar el futuro de Haití.. acompañando su destino Cuando muere una flor
Dolores de parto recosen las entrañas del bosque
El riachuelo es carcomido por la anemia falciforme,
abejas y avispas acuden vestidas de solidaridad. Lo que la tierra preñó con gusto de sus entrañas
ahora amargada, se abre para darlo sepultura. Cuando muere una flor a flor de edad
No sé cómo decirte, amigo
No hay relleno para el espacio vacío
Mucha es la muerte en el corazón
Muchos los muertos que sepultar
Cuando muere una flor.
El poema del reconocido escritor haitiano Gahston Saint-Fleur expresa un sentimiento floral más allá de la muerte y la desgracia que padece lo que en su contexto bien podría referirse a su pueblo a través de los siglos, y sin saber cuando llegará el día de ver florecer la esperanza y esa oportunidad tan ansiada que tiene la ciudadanía, sumida hoy en la desesperación más acentuada y en unos deseos retraídos que ya quieren renacer para olvidarse y sonreír a la vida.
Gahston Saint-Fleur nace en 1973 en el noroeste del país caribeño, concretamente en Bois-de-Laurence, ubicación muy cercana a la frontera con República Dominicana, perteneciente a la populosa comuna de Mombim-Crochu, en las que unas 23.000 personas en 124 km2 de superficie comparten la azarosa circunstancia de ver alejarse al paso obligado a una migración que se expande en busca de una oportunidad en el país vecino.
Gahston es un hombre que experimentó una vocación literaria ya desde niño como poeta, para después convertirse en profesor universitario, traductor, corrector y excelente adaptador de idiomas, dominando el créole, francés, inglés y español a la perfección, sin olvidar la merecida estima por parte de otras destacadas plumas como la del poeta Jesús Losada, docente y compañero también que lo avala como una promesa que podría algún día ostentar la difícil tarea de dirigir la cartera del ministerio de cultura en el Haití tan querido por ambos, siempre que los movimientos sísmicos de la cordura social y la sabia política, cedan a dar paso a un colectivo sin miedos de emplear el dinamismo de una idea para recuperar el sentido de la identidad, primero al compás de la música que ensordecerá cualquier connotación prosaica para después volver a enseñar como pueden interpretarse los sueños que dejaron de ser pesadillas.
En Assidere Maxime + Lihaiti (Liga Haitiana Internacional) nos honraría contar las adhesiones de ambos ilustres compañeros para fomentar lo anteriormente expuesto, por lo que reflejaríamos una llamada abierta para obtener la atención de Gahston Saint-Fleur y Jesús Losada , convocándoles a unir sus fuerzas con la de otros que como ellos, buscan que el cambio en Haití no sea solo una entelequia.