Revista Diario

Cuando nace un hijo el presente es presente

Por Mamareciente

El otro día escuché a la escritora Rosa Montero decir algo que, siendo breve, lo decía todo: cuando se produce una muerte o un nacimiento, se abre una brecha en el presente que nos permite ver la auténtica verdad por unos instantes, lejos de las cosas superfluas de las que nos preocupamos habitualmente. No recuerdo sus palabras exactas, pero era algo parecido.

Y pensé que eso es exactamente lo que sentí cuando nacieron mis hijos. El presente se materializa como lo único, no piensas en el pasado ni en el futuro. Sólo en el presente.

El puerperio es un momento difícil, sobre todo la primera vez, desde la inexperiencia y el desconocimiento; en los siguientes hijos también, por el cansancio y muchas otras razones. Sin embargo también tiene cosas buenas…ese bebé, con su olor, su frente arrugada, sus ojos grandes, su postura de ranita…es lo único que te importa.

Cuando nace tu hijo la conexión es tan fuerte …recuerdo que a los 15 días de nacer Chiquinini me separé de él durante una hora, para dar un paseo con mi hermana, que pensó sería bueno para mi. Qué mal me sentí. Sólo conocía a esa personita desde hacía 15 días, pero en ese tiempo no nos habíamos separado ni un momento, y aún no podía hacerlo.

Como decía, la conexión con el bebé es muy fuerte.  Y pasas de sentirte vulnerable en los primeros momentos, a sentirte fuerte y capaz y madre….Sin darte cuenta, esa palabra que te parecía grande para ti, forma parte de ti. Esa eres tú, ese es tu hijo.

Es injusto mirar al pasado después de lo vivido desde entonces, pero ahora me da lástima no haber llegado más preparada a mi primer parto, a mi primer bebé.  Saber lo que sé ahora después de tener dos hijos. Y es que cuando Chiquinini nació yo pensaba que despertaría cada tres horas, le daría el pecho, lo pondría en su cuna y seguiríamos durmiendo. Por poner un ejemplo.  No podía dormir si le oía protestar en sueños, pero tampoco dormía con él , por si eso le tranquilizaba. Y así tantas cosas…que poco a poco fui  descubriendo. (Porque sí, porque al menos fui capaz de aprender  y de escucharle ) ¿De quién fue la culpa? ¿De los malos consejos? Pues…no siempre.  No tenía ni idea, pero ni puñetera idea, de lo que era tener y criar a un bebé. Porque desde que yo tenía 4 años y nació mi hermana, no había visto de cerca a ninguno, así que…normal. Visión peliculera e irreal, por no decir visión nula, de lo que es un bebé.

Ahora recuerdo esos primeros meses de presente intenso con nostalgia. Cómo a veces , a la hora de la siesta, dormía a Chiquinini en mis brazos mientras bailaba con música de fondo.  O cómo la primera Nochevieja de Chiquinina fui feliz sin cenar con nadie, quedándome en casa con ella, durmiendo con ella sobre mí y dándole el pecho a mi bebé de 3 semanas. Cuando nace un hijo parece que el tiempo se detiene…unos instantes.


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