Hacienda ha establecido en 2023 que los contribuyentes que estarán obligados son aquellos con rendimientos superiores a los 22.000 euros con un pagador y 15.000 con dos pagadores, siempre y cuando el segundo pagador y los siguientes sumen más de 1.500 € anuales. Por lo tanto, si una persona no llega a estos rendimientos no debería tener que presentarla. Hay que tener en cuenta que los rendimientos que se obtienen a partir de otros medios (inmuebles, por ejemplo) también cuentan en la declaración de la Renta.
Por lo tanto, si una persona tiene unos rendimientos por trabajo menores que 22.000 o 14.000 (en caso de más de un pagador), pero cuenta con otro tipo de ingresos, en principio no estaría obligado a realizar la declaración de la renta.
¿Qué subvenciones obligan a hacer la declaración de la Renta?
No obstante, algunas subvenciones obligan a los y las beneficiadas a presentar la declaración de la Renta aunque no lleguen a los rendimientos mínimos. Ejemplo de ello es el Ingreso Mínimo Vital (IMV). Las personas que perciben esa ayuda deben hacer la declaración de la renta para que el Estado compruebe que siguen cumpliendo los requisitos para ser beneficiarios del IMV.
¿Puedo hacer declaración de la Renta si no estoy obligado?
Por otra parte, hay que recordar que no estar obligada no significa que no se pueda presentar la renta. "Siempre es mejor hacer el borrador y si sale a cuenta terminar el trámite. Así nos podemos llevar un ingreso extra", asegura Antonio Gallardo, experto de Banqmi.
Cómo rellenar el borrador de la Renta
El borrador se puede realizar de manera telemática. Tan solo hace falta DNI electrónico, certificado digital o la última declaración de la Renta. Una vez dentro del sistema la Agencia Tributaria estimará el resultado de la declaración con la información que tiene disponible. La persona puede añadir la información que falta (pago de alquiler, contribución a ONG...) en los apartados correspondientes. Es entonces cuando verá si el resultado es positivo (a pagar) o negativo (a devolver). Si sale positivo como la persona no está obligado a presentarla no le afecta, pero si sale resultado negativo la presenta y obtiene un dinero extra.
Es importante tener muy claro que si una persona no presenta la declaración de la Renta y estaba obligada a hacerlo tendrá una sanción por parte de la Agencia Tributaria. "La cantidad a pagar dependerá de si el resultado de la declaración es a pagar o a devolver", asegura el experto.
Con dos pagadores ¿siempre hay que hacer la declaración?
Uno de los mitos más sonados de la declaración de la Renta y sobre el que advierten los expertos es que si una persona tiene más de dos pagadores el resultado del trámite siempre será positivo, es decir, el contribuyente tendrá que pagar. Nada más lejos de la realidad. "La clave es tener en cuenta que Hacienda calcula el IRPF correspondiente sobre la cantidad total de los rendimientos, no sobre cada uno de los ingresos percibidos".
Esto significa que si de un trabajo un usuario percibe 12.000 y de otro 17.000 el IRPF se calcula sobre 29.000. El porcentaje resultante habrá que dividirlo entre los dos trabajos como se considere. De esta manera el resultado de la declaración de la renta quedará en tablas, es decir, no saldrá ni a pagar ni a devolver.