Pocas veces una frase tan manida ha sido tan acertada para describir mi estado actual, y es que no me da la vidapara todo.Y de verdad, que no es hablar por hablar.Ya sabéis que llevo unos meses complicados. Últimamente mi marido suele estar más fuera por trabajo que en casa, de manera que toda la responsabilidad del día a día recae sobre una servidora. Sí, la misma que se está quedando en un suspiro y la que parece un manojito de nervios. Esa que va hiperactiva por la vida, estresada de buena mañana, y que va a rastras con tres criaturas y una perra percherona por la calle mientras resopla. La que no ve la hora de que lleguen las nueve de la noche para tirarse en el sofá. Esa.
Porque la realidad es que las mujeres no tenemos una sola jornada, sino que tenemos doble, triple, cuádruple…y parece que debemos ser capaces de llegar a todoAtender a nuestros hijos, la casa, las comidas, el trabajo, el blog, la atención especial que supone un niño con discapacidad…Todo eso forma parte de mi realidad, en la que el ocio es inexistente y el descanso uno de mis bienes más preciados.Esto, en compañía se lleva mejor, porque la corresponsabilidad es lo que tiene. Un gran avance en la asunción de tareas y responsabilidades familiares por parte de ambos padres (o madres o quienes sean que formen parte del hogar familiar)A mí me cuesta, mucho. He aprendido a priorizar, porque de otra manera no hay forma de que una casa funcione sin caer en la desesperación.Con el ritmo de vida que llevamos, movilidad, falta de apoyos… ¿cómo gestionar el tiempo?Hay días en los que veo a las abuelas, tíos, hermanos, recoger a compañeros de mis peques del colegio, o hacer la compra porque la hermana, la nuera, la hija está trabajando y no tiene tiempo… y no puedo dejar de sentir cierta envidia. ¡Qué diferente sería todo de contar con un poco de ayuda! Pero es verdad que mi carácter es el de creerme una persona autosuficiente, porque a la fuerza ha de ser así. Y como yo, tantas.
![Montón de ropa por planchar conciliación-familia numerosa-ayuda-soledad-estrés-jornada-blog](https://m1.paperblog.com/i/430/4306995/cuando-no-llegas-no-da-vida-necesidad-pedir-a-L-dnso4p.jpeg)
Cuando no tienes referencias es complicado porque ¿cómo sabes que la persona que entra en tu casa es válida? ¿Cómo sabes que no te va a tomar el pelo?Afortunadamente van apareciendo empresas que se hacen eco de estas necesidades, y van perfeccionando sus servicios.En este caso he conocido a Wayook, una plataforma que permite en un minuto reservar los servicios de un profesional de la limpieza y/o planchado para momentos de urgencia, puntuales, o de forma periódica. ¿Y los profesionales? Me pregunto, y os preguntaréis seguro: son independientes, verificados y validados por la plataforma antes de incluirlos en su base de datos.
El sistema es súper sencillo: introduces el código postal, reservas las horas y los servicios que te interesan, si se deben o no llevar productos de limpieza (un punto a su favor ese detalle), introduces los datos necesarios, los cupones descuento si los tienes y...hecho. Lo mejor es que te da la flexibilidad y posibilidad de modificar o cancelar ante cualquier imprevisto. Otro punto.
Me parece fantástico que vayan surgiendo empresas jóvenes que se centren en estas realidades. Comenzaron prestando servicios en ciudades grandes, donde había más demanda de empresas de limpieza como en Barcelona, Madrid, Salamanca, Sevilla y Málaga, y actualmente ya se encuentran presentes en más de 100 ciudades (y sí, en Melilla también, algo increíble por cierto)Puedes reservar las horas que quieras así como los servicios adicionales que necesites. El precio es el que se cobra en el mercado y lo sé porque es menos de lo que me pedían al pedir información en empresas de servicio doméstico en MadridSe pueden ver las valoraciones de los perfiles públicos de los profesionales, así que uno ya sabe qué servicio va a recibir, y es valor seguro.
- Introducid el código: TIENESTRES5
- Periodo de validez: Del 24/03/2017 al 31/03/2017No sé vosotros, pero mi salud me ha dado más de un aviso por el estrés, y no merece la pena. Necesitamos parar, valorar lo importante y el tiempo lo es. Mucho. Si podemos recibir ayuda, aunque sea una vez, puede suponernos una liberación de carga enorme para poder disfrutar de nuestros pequeños, de nuestro tiempo libre o de simplemente no hacer nada y relajarse.
¿No creéis?