¿Cuando ocurrió la primera huelga de la historia?

A lo largo del siglo V. hubo varias huelgas, o proto-huelgas, encabezadas por los plebeyos. Algunas eran más o menos vistosas, en ciertas ocasiones simplemente dejaban de trabajar, lo que se traducía en la paralización de Roma. En un par de ocasiones se organizaron para retirarse a las afueras de la ciudad e incluso amenazar con largarse y fundar una nueva comunidad lejos de Roma.

Lo que ocurría era que los plebeyos no miraron con buenos ojos todo ese asunto de la desintegración de la monarquía y la fundación de una nueva República. Irónicamente, ellos se sentían más cómodos con el rey, porque éste se apoyaba a menudo en la plebe. Los historiadores clásicos fueron todos gente acomodada y que tradicionalmente renegó de los reyes, por eso nos ha llegado su mala fama. Pero los plebeyos estaban más tranquilos con ellos. Y cuando fundaron la república y comenzaron a designar magistrados clasistas y a esparcir ese ambiente tan senatorial, se irritaron. Para eliminar la monarquía habían hablado en nombre de las masas, y ahora que no las requerían más, se habían convertido en la nueva autoridad oligárquica.

Según la leyenda, el senado envió a un embajador, Menenio Agripa, a hablar con los huelguistas hasta el monte, para convencerlos de volver. Les echó un cuento enorme, haciendo una tramposa analogía de Roma con el cuerpo humano: les dijo que si las manos, los brazos y la boca se declaraban en huelga contra el estómago, todo el organismo se veía afectado. De cualquier modo, Esto pudo convencer a los plebeyos y regresaron a la ciudad; y como compensación, les otorgaron o permitieron tener un representante en la Roma patricia,este fue un tribuno de la plebe. Tener a alguien que hablar por ellos y sus derechos.

Esto desembocó en una serie de grandes triunfos para los plebeyos, materializados en nuevas leyes que anularon poco a poco las diferencias entre uno y otro sector hasta que se hicieron prácticamente iguales en teoría. Lograron el matrimonio entre una y otra clase, después el ingreso directo al senado y posteriormente el consulado. También favoreció la paulatina aparición de demócratas, opositores de los optimates (conservadores), que finalmente acabarían con éstos. Los historiadores clásicos, como Tito Livio, no terminan de admitir la enorme derrota del Senado que supuso la huelga y el posterior poder que obtuvieron los plebeyos.

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