
Sinopsis:Cuando Mary Mantley recibe el encargo de viajar a Kenya para hacer un reportaje fotográfico, desconoce que esto es solo un pretexto para mantenerla alejada de un riesgo que amenaza su vida debido al descubrimiento de los diarios privados de su padre, el coronel Jonathan Mantley.La única persona capaz de protegerla es el ex agente secreto David Silford, frío, orgulloso y manipulador que en la actualidad es propietario de una agencia de viajes en Kenya cuyos exclusivos clientes son varones ricos y en la que jamás acepta mujeres. Mary y David, ajenos a la hábil manipulación de Thomas Silford, se encuentran de nuevo después de muchos años de nula relación. Entre ambos, el rencor del pasado renace con fuerza, pero las circunstancias en las que están envueltos y los motivos personales de cada uno de ellos les obligan a trabajar juntos poniendo a prueba la mutua admiración, la arrolladora atracción física y unos descontrolados y profundos sentimientos que hacen peligrar sus corazones.
Opinión personal:
«Cuando pase la tormenta» es una novela que me ha gustado mucho y creo que merece ser leída, así que espero que no os asuste su grosor cuando lo veáis en las estanterías de vuestras librerías ya que, ante todo, quiero agradecer a la editorial por haber escogido ampliar el número de páginas en vez de publicar una de esas ediciones que, a veces, tienen la letra tan pequeña que dificultan mucho el disfrute de su lectura.
Voy a dejar de lado el tema del estilo de la autora. Se nota la profesión que hay detrás de Lucía de Vicente, lo cómoda que se siente al jugar con las palabras y la sencillez aparente que hay entre sus líneas. Porque, sin duda, conseguir que una novela te de la sensación de estar tras un televisor viendo unos de esos programas de canales privados con reportajes sobre la sabana y la vida salvaje y, en definitiva, casi acompañar a los protagonistas en un safari particular, considero que tiene mucho mérito.Y es lo que ha conseguido con esta novela. Quizás alguna la encontréis algo descriptiva, pero yo he disfrutado con cada palabra y me he paseado, cual espectador, por cada una de las escenas que Mary fotografiaba.Para mí, es uno de sus alicientes principales: la ubicación de la trama. Porque si os gusta la portada, hay una escena en la que podemos encontrar cómo Mary describe justamente ese paraje. Un safari por África es uno de mis viajes siempre pendientes y, nada como esta novela para animarme y lamentarme todavía más lo lejos que veo esa oportunidad. Lucía de Vicente consigue transmitir tanto la paz de ese precioso entorno como la crueldad de la naturaleza, emulando parte de la trama que nos vamos a encontrar.
Mary Mantley es una mujer compleja. Con una infancia y una juventud en la que ha vivido entre algodones, aunque marcada por un hecho familiar triste, se ha pasado gran parte de su vida luchando por defenderse contra el brazo protector de muchos de los que le rodeaban y que intentaban encerrarla en una jaula de oro. Es una mujer con carácter, valiente, obstinada y decidida que lucha por desenvolverse con éxito en un mundo donde los hombres llevan la voz cantante. Pero no todo en ella es fortaleza, existe un hecho en su pasado que la ha marcado fuertemente y que la ha obligado a esconderse, tras esa coraza de dureza, una debilidad y una inseguridad en sí misma que, a mí, me ha parecido muy convincente.
A David hay que darle tiempo. Es un hombre prepotente, con un punto de humor e ironía que me ha gustado, pero no se puede negar que ese toque machista, manipulador y dominante cuesta de aceptar al principio. Gran seductor y con una seguridad en sí mismo que a veces te hace rabiar, fruto muy posiblemente de su trabajo durante años en las fuerzas especiales británicas. También es un personaje complicado. Y aunque su vida haya parecido fácil sus relaciones familiares no lo han sido y es algo que todavía tiene pendiente y sigue marcando las pautas de su vida. Su fuerte carácter y su necesidad de volar libre le han enfrentado siempre a su padre, con el que comparte su faceta dominante que ha motivado esa mala relación. Porque David no es el hombre fío que aparenta y la actitud ante el problema de Mary me ha gustado mucho.
Me gustan estos personajes ambivalentes porque creo que se acercan mucho a la realidad y es algo que tienen en común tanto David como Mary. Su relación me ha gustado, como tantas otras parte de un muy mal concepto mutuo, pero el trato diario hará que ciertos prejuicios vayan cayendo a medida que se van conociendo. David se sentirá atraído por la faceta arriesgada de Mary, su carácter práctico y resolutivo y Mary se verá conquistada por el arrollador carácter seductor de David, que esconde mucho más de lo que muestra pero, ante todo, el peligro en el que se verán envueltos acercará sus posiciones y estrechará sus lazo mucho más de lo que a ellos les gustará admitir y provocando uno de esos romances, que tanto me gustan, de los que se cuecen a fuego lento. También me ha gustado el esquema de la novela. Cada capítulo arranca con un proverbio africano, algunos tan certeros que sorprende, y tras él, un retazo del diario del padre de Mary, al que muchos creen muerto en acto de servicio, pero que irá desvelando una gran trama de maquinación a nivel internacional. No es algo del todo descabellado y la posibilidad de veracidad de todo lo que cuenta la autora no deja de ser sorprendente. Ese será uno de los frentes importantes a los que los protagonistas deberán enfrentarse, junto con otro secundario pero no menos crítico, el de la caza ilegal propiciada por altos cargos corruptos del gobierno.
Tom Silford tiene mucha importancia en la historia y es un secundario de élite. Me encanta como los manipula a ambos, y la diferencia en el trato hacia ella y hacia él. Motivo principal por sus desavenencias junto con esa primera escena que me ha encantado. Las distintas versiones que puede tener un mismo hecho dependiendo de los ojos que la vean. Una escena genial.
Y con estos ingredientes, el cocktail está servido.Quizás el final pueda resultar algo abrupto, con alguna escena que no he considerado necesaria. Además, demasiado tiempo vacío que viene a resolverse de una forma que me hubiera gustado que fuera más desarrollada, pero aquí entran los gustos personales de cada uno. Y es innegable que la autora cierra de forma convincente todos los frentes que tiene abiertos.
«Cuando pase la tormenta» me parece una novela muy completa y bien escrita. Unos protagonistas atrayentes y de carácter que nos proporcionan un romance que se caracteriza por ser pausado y evolucionado. Una novela que atrapa combinando escenas de relax, tranquilas en las que se respira el sosiego y armonía con otras escenas trepidantes que asaltan con peligro a David y Mary y que cargan de adrenalina una historia en la que el romance y las aventuras están en buena consonancia.Datos de interés: Ficha de la autora - Ficha de la novela - Booktrailer
Gracias a Ediciones B por el envío del ejemplar
Pepa
