Revista Cultura y Ocio
Ilustración Yulya Vladson.-Jorge Sosa-
Cuando
seamos grandes,
no
nos olvidemos
que
para las noches,
se
hicieron los cuentos,
y
los Reyes Magos,
y
los duendes buenos.
No
olvidemos que en una vereda
cabe
un mundo entero de risas y ruedas,
que
no hay mar tan nuestro
como
el de la acequia,
que
con los pedales de una bicicleta
lo
que queda lejos siempre queda cerca.
No
nos olvidemos de las maravillas
que
guardan dentro, las cosas sencillas,
los
viejos cajones, la flor, la semilla.
La
vida es un viaje y es cuestión de vida
sentarnos
al lado de la ventanilla.
Cuando
seamos grandes va a ser muy bonito
tener
como amigos a los animalitos
y
gritarles cosas y entender sus gritos,
y
explicar los vuelos por el infinito...
(los
grandes no entienden a los pajaritos).
No
nos olvidemos cuando seamos grandes,
que
un beso es un modo de quedarse en alguien;
que
siempre es hora para acariciarse,
que
el amor es todo,
que
ternura es madre,
que
hay que estar temprano
cuando
se hace tarde.
Cuando
seamos grandes no nos olvidemos
de
la fantasía, del sol y los juegos, de los cumpleaños,
y
el circo viajero,
los
payasos tristes, los muñecos buenos,
y
la hermosa costumbre de decir:
TE QUIERO