Where is everybody?
Breakthrough Initiatives
Hace unos meses leí unas curiosas declaraciones de Stephen Hawking; llegaron a mí por puro azar ya que, pese a su predominio en la vida diaria, física y astrofísica no son temas que siga con esmero.
Esas primeras semanas de verano, si no recuerdo mal, varias personas me hablaron de las últimas declaraciones que había hecho el británico; todo ello relacionado con el estreno de La teoría del todo, un film basado en las memorias de su primera ex mujer.
Fotograma de la película La teoría del todo que presenta los años de juventud y primer matrimonio del físico Stephen Hawking basada en la obra Travelling to Infinity: My Life with Stephen de Jane Hawking.Hawking decía que es necesario plantear la colonización de otros planetas. Debemos hacerlo para proteger a la raza humana, le respondió en público a la ganadora del concurso London’s Official Guest of Honor, a quien acompañó durante una visita al museo de ciencias de la capital.
Me resultó curioso que colonizar fuese la palabra escogida por una de las mentes más brillantes de nuestro siglo; también el porqué: para salvarnos de la agresividad humana. El integrismo religioso, el terrorismo, la falta de recursos, todo ello amenaza nuestra singularidad, y nuestra especie. Para salvarnos de nosotros mismos, conquistaremos otros mundos.
Entre junio y julio, la imaginación del físico quedó impresa en diarios, revistas y pantallas de LCD; las cadenas de televisión, la prensa y los blogs de divulgación científica exprimían una de esas noticias que siempre vemos como un futuro distópico hasta que se convierte en presente o en aberración.
Él dijo: “Llegar a la luna no cambió el mundo, pero nos dio una visión más amplia.”
Desde el punto más alto del Parque Güell, con el Carmelo a mi espalda, observé la ciudad entera que se rendía y difuminaba bajo mis pies, y reflexioné.
El hombre más inteligente del mundo cree que enviar humanos al espacio es el único modo de salvar a la especie humana, pensé. Stephen Hawking había optado por buscar refugio en el cosmos antes que intentar cambiar aquel que tenemos. El mensaje, extremadamente pesimista, me hizo esbozar una sonrisa.
Un par de meses después, las primeras noticias sobre el proyecto del grupo Breakthrough Initiatives en busca de otras formas de vida en el espacio no podía hacerse esperar. Y resiguiendo la historia de las estrellas a través de la pantalla de mi teléfono, debo admitir que no me pareció tan descabellado.
Hawking experimentando la gravedad cero a bordo de un Boeing 727.Sin embargo, aquello que verdaderamente me hizo temblar y escapar hasta el bar más cercano fueron las primeras palabras que había leído. Necesidad, poder (tecnología) y colonizar; en ese momento no pude más que preguntarme si extrapolar nuestro modo de vida al espacio no era poco más que una forma de perpetuar muchos de los errores que habíamos cometido en la Tierra.
¿Será que, al vivir entre ideas, teorías y conceptos, el astrofísico ha olvidado que, pese a que mil años son poco más de un suspiro para el universo, también pueden ser toda una eternidad para cambiar el rumbo de las cosas? ¿O acaso es demasiado tarde en cualquier latitud?