Hace 6 años para ilustrar la necesidad de usar estudios que no son ensayos clínicos aleatorizados (ECA) a la hora de generar evidencia científica citabamos un artículo-broma de 2003 que traducimos como "Uso del paracaídas para prevenir la muerte y el traumatismo mayor relacionado con exposición gravitacional". El artículo simulaba la realización de una revisión sistemática sobre el tema que se quedaba "en blanco" porque no se encontraron ECAs sobre el tema e invitaba a los defensores acérrimos de este tipo de estudios a ser voluntarios en su realización.
Pues bien, aunque el propio artículo-broma hace referencia a un caso excepcional de supervivencia a una gran "exposición gravitacional" como justificación de la necesidad de hacer ECAs al respecto lo cierto es que les faltaba un comparador adecuado e voila¡ aquí lo tenemos:
Así que, una vez más una nueva tecnología y/o una nueva forma de usar elementos que ya se conocían provocan que aquello que parecía imposible de conseguir. Esto representa un reto tanto para los profesionales clínicos que quieren aprovechar estas oportunidades para sus pacientes como para los gestores que deben aquilatar la incorporación de estas alternativas.
Tanto unos como otros necesitan de forma perentoria estudios que les ayuden a decidir y a argumentar sus decisiones, pero necesitan aún más herramientas que les permitan evaluar la fiabilidad de esos estudios y es ahí donde veo la principal diferencia entre el SNS y el NHS.
¿Cuando resucitarán los 17 taifas y el califa a la agencia de calidad del SNS para coordinar los diversos pero dispersos esfuerzos que de manera tan dispar se realizan ahora?
Esperemos que pronto.