Víctor Alvarado (publicado en www.paginasdigital.es
Últimamente, los productores y directores se han fijado en un escritor como Nicholas Sparks, cuyas novelas han sido llevadas en varias ocasiones a la gran pantalla. Acuérdense de la notable Mensaje en una botella y las prescindibles Querido John o La última canción, pues bien Scott Hicks (Sin Reservas, Sólo ellos y Shine, nominada varias veces a los Óscar) adapta la enésima obra del citado autor.
La historia no puede ser más empalagosa y cuenta la vida de un sargento, combatiente en alguna guerra de Oriente Medio, que se encuentra una foto de una chica guapa a la que le atribuye poderes de amuleto, porque sale ileso de varios atentados terroristas. Por esa razón, intentará desvelar la identidad de esa misteriosa mujer para darle las gracias.
El error más importante de Cuando te encuentre (2012) es el reparto protagonista, encabezado por Zack Efron, conocido por la serie de televisión: High School Musical, nos parece muy insípido al igual que le ocurre a su compañera, TaylorSchilling, ya que todas sus miradas son previsibles y artificiales. En el apartado interpretativo sólo se salva la veterana Blythe Danner, que rompe el ritmo caramelizado y monocorde de la producción con un personaje con intervenciones con las que se podrá estar más o menos de acuerdo, pero que cae simpático.
El cineasta no resuelve con acierto las escenas más complicadas para los actores. Las situaciones y los diálogos nos parecen muy forzados y poco creíbles. Los giros argumentales no son nada del otro mundo, pero son efectivos y da la impresión de que el público asistente se queda satisfecho con el producto, ya que cumple lo que promete. Se trata de un romanticismo de marketing, donde se cuidan muchos detalles como una buena fotografía, unos agradables paisajes y una gran selección musical.
En contraposición con lo negativo, la personalidad de los personajes es bastante blanca (se trata de personajes sin aristas), sólo empañada por escenas amorosas no para gusto de todos, aunque están filmadas con cierta elegancia. El realizador ha destacado la empatía de los hermanos de ambas familias ante los traumas generados por la guerra.
La segunda lectura que puede ofrecer esta película es que todos tenemos un ángel de la guarda que nos protege, ya que aparece una foto de una persona con una nota de ánimo, acompañada de una significativa cruz, a la que el protagonista le atribuye propiedades protectoras. Además, los talentos, en este caso musicales, se ponen al servicio de la comunidad cristiana en una iglesia.