Tampoco es que yo sea una vieja, ni mucho menos, pero sí es cierto que nos hacemos mayores aunque no queramos. No nos damos cuenta de esto hasta que surgen determinadas cosas. Son como una especie de avisos o llamadas de atención que te dicen que tienes más edad de la que te piensas y que ya no eres ese pipiolo de antes...
¿No sabes de lo que te hablo? Pues presta atención porque aquí están las 10 claves para darte cuenta de que te has hecho mayor... 1. Tienes fríoSí, antes no lo notabas. Salías de marcha en pleno invierno e ibas más fresca que una lechuga. Hasta te permitías salir de algún pub sin la chaqueta porque no tenías frío. Pero ahora no. Ahora tienes frío, y mucho. Y te escandalizas cuando en fin de año te encuentras en plena calle a las jovencitas con vestido corto, escote palabra de honor y sin medias. ¡En Enero! Y no lo puedes entender... Es por eso, porque te has hecho mayor. 2. Estás cansadoMás de lo normal. Antes, en tus años mozos, ibas a clase y hasta, quizás trabajabas; ibas al gimnasio, quedabas con tus amigos, estudiabas por la noche y más. Y los fines de semana... el sábado, ibas a la playa, por la tarde de compras y salías de fiesta, y el domingo de chuletada-resaca. No parabas la pata. Pero ahora no puedes... Si sales el viernes, el sábado lo das por perdido (y puede que el domingo también) y prefieres las quedadas diurnas a las nocturnas, para "aprovechar" todo el fin de semana.
3. Dices las típicas "frasecicas de madre"Cosas como: "ya lo entenderás cuando crezcas", "te falta mucho por vivir", "yo a tu edad estaba estudiando/jugando a las muñecas/todo el día de juerga", "madre mía como has crecido", "parece que fue ayer..." y siempre dichas a alguien de 7 a 10 años menos que tú.
4. Se te olvidan las cosasTe acordaste mientras trabajabas de que te hacía falta comprar papel higiénico para casa y te prometes a ti mismo que al salir del curro lo harás, pero, ¡error! llegas a casa, te dan ganas de ir al baño y te encuentras ¡con un rollo vacío!. Y así con el culo cagado te das cuenta de que se te olvidan las cosas, tanto las tonterías por las que antes sufrías como las cosas que debes hacer y no haces...
5. Prefieres la comodidadSí, el estar incómodo quizás te haga sentir más joven, pero seamos realistas, tú entre ir a la playa y tirarte en la arena o los callaos prefieres una tumbona, o al menos un colchoncito o esterilla. Además también prefieres irte de hotel o apartamento a irte de acampada, aunque te salga más caro. Y por no hablar de los zapatos planos, que han desbancado a los taconazos. Y es que cuando la comodidad es lo que prima, lo siento pero ya te has hecho mayor.
6. Tienes un repentino gusto por lo caro y de calidadEsto va unido al nivel adquisitivo de cada uno, pero, independientemente de esto, te sientes atraído por las cosas caras y de calidad. Te planteas comprar cosas de marca, que antes te parecían inaccesibles (y que ahora lo siguen siendo) porque aunque suponga un gasto desorbitado sabes que al final valdrá la pena por la calidad que tiene y eso justifica ese gasto.
7. Piensas que tus recuerdos son más recientes Te encuentras con un amigo del instituto y empezáis a hablar de cosas de esa época. Para ti es como si no hubieran pasado más que unos 4 o 5 años, pero no, en realidad cuando terminas de hablar y te lo planteas han pasado ¡más de 15! En este punto también podemos meter el de no darte cuenta de la edad que tienes hasta que ves lo grande que está tu primo, sobrino, vecinito, hijo de amigo... ¡Qué mayores nos hacen!
8. ¡La música de antes era mejor que la de ahora!Esta frase podría ser una de las del punto número 3 pero necesita su propio punto. No es que no te guste la nueva música. De hecho la escuchas, la compras, la descargas y hasta la cantas. Pero, no es lo que era. Te sorprendes a ti mismo diciendo la dichosa frase que te decían tus padres o hermanos mayores: "¡Esta música de ahora no es como la de antes!" y prefieres escuchar canciones de tu juventud o niñez a escuchar el último disco número 1 en ventas. 9. Pierdes el sentido del ridículoPuede que en nuestra edad aún no del todo, pero si puedes notar que algo de la vergüenza que antes te caracterizaba la has perdido. Es aquí cuando te acuerdas de la vergüenza que te daba el baile estúpido de tu padre delante de tus amigas del colegio o instituto, pero no te planteas que te has convertido en algo semejante a él hasta que tu sobrina adolescente te mira con estos ojos ¬¬ mientras le dices en el baile de la plaza de tu pueblo: ¡Vamos, baila conmigo! mientras das vueltas tu sola.
10. Creas ruidos innecesarios en cada movimientoTe agachas a recoger algo del suelo y... ¡aaaaaaaaaaaaah!. Te levantas por la mañana de la cama y mientras te agarras los "riñones" ¡aaaaaaaaaaayyyyyyyyyy! Y así un sinfín de onomatopeyas se escapan de tu boca con casi todos los movimientos que haces. Ahí sí que te has dado cuenta de que te haces mayor, no hay equívoco al respecto.
Pero que nada te detenga o deprima... También hacerse mayor implica cosas buenas como la experiencia, el nivel adquisitivo, el poder hacer casi de todo sin tener que dar cuentas a nadie y que te resbalan las tonterías más que antes. La envida (no en todo) ha pasado a un segundo plano y tienes cosas más importantes a las que atender. Te estresas menos por lo que digan los demás y vives un poco más en paz con todos y contigo mismo. Así que... ¡a vivir que son 2 días y vamos por el primero! ¿Y tú has sentido este pasar de los años? ¿Falta algún punto que debería ser mencionado? ¿Te he deprimido con este post porque te acabas de dar cuenta de que te has hecho mayor? Don't worry, be happy!¡Feliz miércoles!
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