Cuándo tener el segundo hijo – ¿Seguidos o esperar un tiempo?

¿Cuándo es el mejor momento para tener el segundo hijo? Es la pregunta que nos solemos hacer algunas madres incluso antes del primer embarazo. Nos planteamos si debemos esperar un tiempo o por el contrario tenerlos muy seguidos para que se lleven pocos años de diferencia.

En realidad no es una decisión que a veces podamos tomar de forma voluntaria, ya que influyen diversos factores como por ejemplo, si hemos tenido un parto vaginal o por cesárea, la recuperación del post parto, nuestra vida laboral, situación económica familiar, ect.

Pero hay mujeres que en situación normal pueden quedarse embarazadas del segundo hijo a los pocos meses de dar a luz al primero. Y el mejor momento será el que nosotras decidamos, cuando mejor nos encontremos y estemos listas para afrontar otro embarazo y ampliar la familia.

Dicho esto, en mi caso decidimos esperar 7 años para tener a la segunda, mientras que el bebé se llevarán solo 18 meses de diferencia con la mediana. Amabas situaciones tienen sus pro y sus contra.

Ventajas de tener el segundo hijo con varios años de diferencia

Cuando existe una diferencia de edad tan destacada entre hermanos, lo normal es que al principio nos resulte complicado compaginar las diferentes necesidades entre ambos. Aunque hemos vivido algunos momentos de tensión con la mayor, su capacidad de compresión y razonamiento se nota bastante. Por lo que los episodios de celos no han sido muy duraderos y siempre han sucedido en momentos puntuales.

Además, otra de las ventajas es la autonomía e independencia que ya tiene la mayor y que nos quita mucho trabajo en el día a día. Al llevarse varios años de diferencia, nos ayuda bastante con la bebé, ya tiene asignadas algunas tareas para colaborar en casa y no reclama tanto nuestra atención. Es más independiente a la hora de realizar sus actividades y necesita un mayor espacio para su intimidad.

Su responsabilidad a la hora de jugar con su hermana pequeña, de compartir, de cuidar y velar por su bienestar va en aumento. En realidad siempre está pendiente de que no le pase nada, que los objetos que haya en su entorno no sean peligrosos para la bebé y está en constante alerta. Digamos que ha desarrollado un instinto más maternal que fraternal.

Es muy comprensiva porque sabe que la bebé está descubriendo su nuevo entorno, por lo que no existen peleas entre hermanas a la hora de compartir espacios ni juegos. Y la pequeña siente autentica devoción por su hermana mayor.

La única desventaja que hemos vivido hasta ahora, es que al existir tanta diferencia de edad no llevan el mismo ritmo de actividades y no siempre pueden compartir momentos de ocio, diálogo o juego.

Hermanos con poca diferencia de edad

Cuando los hermanos se llevan poca diferencia de edad existen muchos beneficios, por ejemplo, la complicidad que se forjará mediante el juego durante su infancia.

Podrán compartir habitación ya que tienen edades similares e irán evolucionando más o menos a la par en su desarrollo. Esto les permitirá también experimentar momentos y actividades que conlleven una similitud en el ritmo madurativo.

La desventaja por así decirlo, es que serán más comunes los desacuerdos entre hermanos. El trabajo para los padres será por duplicado. Reduciremos las horas de sueño y aumentará nuestro cansancio. Algunas parejas prefieren «cruzar del tirón» esta bonita pero complicada etapa de sus vidas, aunque resulte más agotador durante los primeros años.

Creo que todo tiene su parte buena y su parte mala, pero en cualquier situación, el mejor momento para tener un segundo hijo siempre será cuando los padres lo estimen conveniente. Podéis escuchar las opiniones de otros familiares y allegados, pero al final la decisión es vuestra.

Os animo a que me contéis vuestra experiencia dejando un comentario al final de post.

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