La historia de la Segunda Guerra Mundial está plagada de episodios que nos plantean el ¿qué hubiera pasado si...?
Pues esta es una de esas que podrían haber cambiado totalmente el curso de la Segunda Guerra Mundial.
El agente doble español Juan Pujol García, conocido como Garbo por los británicos o Alaric por los alemanes, fue fundamental para alimentar a los alemanes con falsa información sobre el lugar y el momento de los desembarcos del Día D.
Mientras trabajaba para el MI5 británico, Pujol hizo creer al Abwehr alemán de que dirigía una red de agentes en Gran Bretaña y que los desembarcos del 6 de junio de 1944 se realizarían en Pas de Calais a 250 kilómetros del lugar elegido por los Aliados, en Normandía.
Juan Pujol estaba casado con Araceli González y una discusión entre ellos casi cambió el curso de la historia.
Precisamente, en los primeros momentos fue Araceli quien ayudó a convencer a los espías alemanes de que Garbo estaba en Inglaterra espiando para Alemania, mientras que ambos realmente vivían en Portugal. Y tambien fue Araceli quien estableció los vínculos con los servicios secretos estadounidenses (OSS) después de que los funcionarios de la embajada británica en Madrid rechazaran la primera oferta de Garbo de espiar para ellos. Tras ser rechazado se ofreció a los alemanes. Mientras los británicos controlaban sus movimientos y en una segunda ocasión los británicos lo aceptaron para que realmente espiara para ellos.
Finalmente la pareja se mudó de Lisboa a Inglaterra y fueron alojados junto con su hijo pequeño a una casa segura del MI5 en Harrow, al noroeste de Londres, para proteger la identidad de Garbo. Ahí fue cuando comenzaron los problemas en la pareja.
Desde su llegada a Inglaterra, Araceli, que, al igual que Juan no hablaba inglés, se quedó sola, sentía una gran nostálgica de España. Tenía muchos problemas para hacer amistades en la comunidad española de Londres y además el clima inglés la entristecía aun más.
También odiaba la comida británica, tan diferente de la que comía en España o Portugal. El oficial de inteligencia a cargo de Garbo, Thomas Harris, informó que "protestó porque no tenía ni un solo amigo aquí, que su marido no la dejaba mezclarse con mujeres españolas en Londres ni que contactara con sus amigos en España y que tampoco dejaba que lo hicieran sus hijos".
El punto de inflexión fue cuando a Araceli le negaron el permiso para poder volver a España a ver a su madre.
Tras una seria discusión con Harris le dijo que no quería vivir ni cinco minutos más con su esposo, y le amenazó con ir a la embajada española y contarlo todo: "Aunque me maten, me voy a la embajada", le dijo a Harris.
El MI5 no podía permitirlo. Si Araceli descubría que Garbo era un agente doble todo el trabajo del agente doble se iría al trate y era fundamental para la Operación Fortitude, que engañaría a los nazis ante el desembarco en Normandía. Para detener a Araceli, Garbo, junto al MI5, creo una estratagema para hacerle creer que había sido detenido y encarcelado en un campo de detención por defenderla ante los británicos. Para hacer más creíble el engaño, Araceli incluso fue llevada a visitarlo con los ojos vendados al supuesto lugar de detención. Después del encuentro, firmó una declaración diciendo que dejaría de pedir permiso para regresar a España, a cambio que que Juan fuera puesto en libertad.
De este modo el conflicto entre esposos se solucionó y así continuaron las operaciones de engaño que fueron definitivos para los desembarcos del Día D en Normandía, que abrió un segundo frente y contribuyó a la victoria de las fuerzas aliadas en Europa.
Para saber más:
Garbo: doble agente, de Thomas Harris
National Archives
National Archives (archivos desclasificados)
BBC
EFE