Cuando una lectura se convirtió en obligación

Bona diada de Sant Jordi! ¡Feliz día del libro!
Pensaba que hoy haría una entrada un poco más feliz y conciliadora, pero aquí estoy, incendiaria de nuevo, porque es abril y ya toca una entrada de éstas polémicas (que luego son las más vistas en las estadísticas, no os creáis que no me fijo, ¿eh? XDD). Vamos allá, por dónde empiezo... xD:
Nunca me había apuntado a ningún reto, pero al Reto Requiem decidí apuntarme. De hecho estaba súper contenta y motivada de apuntarme. Soy una gran fan de la saga y me pareció divertido participar.Tuve muchas ideas muy buenas (no es porque sea yo, es que es así) pero al final desheché todas y me quedé con la más factible. 
La editorial ha estado muy pendiente de mí durante unos días para intentar si nos podíamos poner de acuerdo, pero tras una serie de negociaciones, finalmente no nos hemos puesto de acuerdo y he decidido no organizar el reto.
Leí muchas, muchas entradas en blogs de gente realmente quemada con según qué tipos de retos que ya había organizado la editorial (y repito, yo no sabía de qué iba porque nunca me había apuntado a nada). La cuestión es que se empezó a "condenar" a todas las personas que querían participar en el reto Requiem como si fueran criminales o vete a saber, como si no tuvieran moralidad "antes que bloggers somos personas" rezaban muchas entradas de este tipo. La casualidad viene ahora cuando muchas de aquellas personas que hicieron entradas (y que muchas, no hicieron entrada alguna pero postearon en otras), se han apuntado a retos de otros bloggers; que ojo, claro que hay libertad, ¿pero no es un poco hipócrita quejarse de algo y luego apuntarse a los retos de otra gente? Aunque bien mirado está muy bien, porque tampoco se da la cara y se queda bien: No me apunto yo directamente, rajo mierda por twitter, pero me apunto al reto organizado por Fulanita o Sultanita, y así lo leo gratis. Sí; leerlo lo leeréis gratis, porque quedároslo no os lo podréis quedar. 
Pienso que la editorial debería de aclarar perfectamente en qué consisten sus condiciones, qué están dispuestos a hacer, qué no, que hablen claro, que lo digan antes, que no sea primero blanco y luego negro.
Creo que a todos nos gusta un incentivo (que naturalmente no tiene porqué ser económico), y si el incentivo no es lo suficientemente motivador creo que tampoco quedan muchas ganas, porque estás dando más de lo que vas a recibir (que cualquier editorial te envía el libro para que lo reseñes...).
Sigo teniendo muchas ganas de leer Requiem (¡y lo haré!) así que en cuanto lo lea veréis mi reseña, oiréis mis llantos desde vuestras casas y todo eso. Lo leeré porque quiero leerlo, y si tardo un mes en terminarlo no pasará nada; ¿sabéis por qué? Porque lo leeré porque quiero y no por obligación.
¿Habéis organizado algún reto? ¿Os habéis apuntado? O no a nada de eso; ¿qué opináis sobre ésto?