Pongámonos en esta situación:
- Deseas salir de tu rutina.
- Conocer sitios nuevos, tomar aire fresco, ver cosas diferentes.
- Querer conocer mejor tu país.
- Piensas que tienes demasiadas cosas por conocer y poco tiempo para hacerlo.
- Quieres romper con la semana, levantarte en otra cama; madrugar con una motivación.
- Deseas desde hace tiempo conocer un lugar y no hacerlo por falta de tiempo o compañía.
- Sientes dentro de ti que necesitas moverte, ejercicio; patear hasta la extenuación.
- Deseas sentirte vivo.
- Quieres un plan diferente. Un plan de naturaleza, de aire libre, cultural o gastronómico. Y en España hay muchas cosas por hacer…
- Cambiar de escenario. Dejar la ciudad por la montaña. O la montaña por la playa. O el pueblo por la ciudad. O la ciudad por la playa.
- Te apetece ir a un lugar nuevo y comenzar de cero. Aunque sea dos días. De hecho te apetece eso: que solo sean unos días.
- Quieres conocer datos sobre un lugar que visitas e intentar ponerlo en la Historia; conocer sus historias y aprender algo nuevo.
- Quieres mantener conversaciones espontáneas. Cambiar el contexto y fijarte más en los detalles porque en el lugar donde vives ya estás demasiado acostumbrado.
- Quieres viajar.
Y además…
- Todos tus amigos/pareja tienen algo que hacer ese fin de semana.
- Tu gente cercana piensa que los fines de semana son para descansar.
- Estás empeñado en ir a un sitio, pero este es demasiado lejos, peligroso o inadecuado para la gente que te rodea, lo que te lleva a pensar que no podrás ir a él.
- Para ellos jugar un partido de fútbol o quedarse de juerga en su ciudad es más importante.
- Ellos se están formando para ascender, o ganar más dinero… o simplemente, para dedicarse a algo que les gusta en mayor medida.
- La gente de quien te rodeas no tiene dinero para viajar.
- Cuadrar la compañía para viajar es más difícil que hacer que tu ciudad se mueva de su sitio.
- Otros amigos que podrían acompañarte no encuentran la gracia a ir a otro lugar del que apenas saben nada. Y la verdad, no les importa.
- Quieres hacer un reto como #UnMesUnViaje, que tengo yo, y la gente no te sigue el ritmo… o por alguna circunstancia, no puede.
- Te apetece estar solo.
- Te apetece hacer algo que nos has hecho antes; ponerte a prueba.
- Te apetece conocer gente y hacerlo de forma natural.
- Te gustaría verte reaccionar frente a otras personas, otro contexto, otras situaciones.
- Y sigues deseando viajar…
- Y no te lo puedes quitar de la cabeza: viajar, viajar, viajar…
Entonces, creo yo, que viajar solo es la respuesta.
*Nota: Una vez que hayas llegado a la respuesta, vendrán los miedos. Huye de ellos. Planfica el viaje como lo harías si fuera en compañía, sin pensar que no la tienes. ¿Qué cambia al fin y al cabo? Una vez en el destino, te irás dando cuenta poco a poco, que da igual; que harás lo mismo; o más si cabe; o mejor, lo que tú hayas elegido. Suerte
* ¿Por qué no? ¿Alguna vez te has planteado viajar solo? Por supuesto, me refiero a si estás en una situación como las anteriores. Puede ser que no te guste tanto viajar (aunque no creo que hayas llegado hasta aquí si no es así) o que encuentres compañía con facilidad (¡bien por ti!) y esta cumpla todas tus expectativas. Pero si no es así, ¿por qué crees que nunca has llegado a darte esta respuesta? Puede que tengas los típicos miedos que tenemos todos (para ello te invito a leer un post que escribí sobre preguntas que te harás si viajas solo) o que lo descartes porque nunca lo has hecho antes. Pero no sabrás lo que es -y lo mucho que mola- hasta que no lo hagas. Te animo a ello.