Eileen Padròn.
Mi Guerrero de luz, Mi comandante heroico, Mi maestro, Mi guía, Mi Presidente, Mi amigo…Ahora que estás en tu reposo eterno me pregunto: ¿Cómo acostumbrarme a tu ausencia camarada y que no me duela? Obvio que no querías irte y por eso fuiste tan juicioso y obediente con el equipo médico, pero ELLA llegó esa tarde odiosa de Marzo y te lleva sin pedir permiso como si fuese así de fácil aceptarlo, sin oportunidad de abrazarte comandante y darte las gracias por la Patria que nos dejas… ¡Carajo Hugo! ¿Por qué no fuiste disposicionero como te decía tu MamaRosa y le dijiste que no te ibas “por ahora”? Sabes Presidente amado, que así como te rendiste el 4 de Febrero y empezó a germinar la semilla de la revolución bonita, así como el 11de Abril te entregaste a los fascistas para desintoxicar esas “Fuerzas Armadas” y darle la bienvenida a la gloriosa FANB y despertar en tu pueblo el ardimiento patriota. Así como derrotaste el sabotaje petrolero y nos enseñaste a sobrevivir, rodilla en tierra; estoy segura que tu partida será el comienzo de algo hermoso para nuestra Patria. Con mucho dolor te despedí allá en tu Casa de los sueños azules, pensaba decirte tantas cosas y sólo atiné a volarte un beso muy a tu estilo, lleno de amor, y cuando me retiraba pensé lo mucho que te exigimos, tanto que se te olvidara vivir tu propia vida. Cómo no llorar cuando pienso que no veré más tu ojos brillantes al besar un niño, la ternura que irradiabas al abrazar y besar a un anciano, tu orgullo de ser militar y verte gallardo con el uniforme defendiendo a tus hermanos de armas y no allì inerte… Como no dolerme si no te veré más sentado en el Consejo de Ministros preguntando, regañando y riendo con tus mismos chistes y recuerdos, como no estar triste sin esperar un “fuera de protocolo” o unas llaneradas en medio de una Cumbre o extrañar la llamada y romper el guiòn de tus programas favoritos o la llamada oportuna a un compatriota que gana o se destaca en algo. Como no llorar al pasar por el balcón del pueblo y saber que no te asomarás más a celebrar los venideros triunfos. No ver tu satisfacción al entregar una vivienda, un vehículo o créditos a tu pueblo noble, no escuchar màs tus consejos al inaugurar una EPS o verte feliz compartiendo con tu familia; en fin mi eterno Presidente, dejaste tu legado en buenas manos, no en un hombre, en muchos hombres y mujeres que junto a Nicolás, uno de tus hijos de lucha, uno de tus pupilos, seguiremos haciendo historia, esa que construiste junto a nosotros y que el mundo entero la conoce. Mi querido Hugo, descansa y vive tu otra vida, ¡Anda a recorrer tus sabanas camarada! la que no pudiste en tantos años, iràs cantando las rancheras y las coplas que tanto disfrutabas y nosotros, unidos ,vamos a lograr ser verdaderamente independientes, socialistas, país potencia, desarrollados geopolíticamente y ayudando a preservar el planeta, asì como nos lo dejaste escrito en tu Programa de la Patria y como sè que en cada logro estarás presente y feliz, entonces te recordaré con mucho amor y ya no me dolerá tanto, Hasta la victoria siempre comandante amigo!, Hasta siempre Presidente!Revista América Latina
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