El coste de un empleado es una de las grandes preocupaciones para las pymes españolas, ya que deben ajustar al máximo sus números para hacer frente a la incorporación de un empleado.
- Lo que se paga y lo que percibe el empleado: Esta es la clave a la hora de comprender cuanto cuesta un trabajador, y suele ser el error común de muchos responsables de PYMEs que no han realizado antes un proceso de contratación. Lógicamente hay que tener en cuenta que el coste del empleado no es lo mismo que lo que percibe el mismo, de la cantidad de dinero que se paga por él, solo le llegará una parte de este pago, el resto, se destina directamente al Estado.
- Lo que se paga al Estado: Dentro de los costes totales de un empleado, más allá del salario bruto, hay que descontar los impuestos y la Seguridad Social a cargo del trabajador, se incluyen también otros costes que van para el Estado, como las cuotas de la Seguridad Social y sus prestaciones.
Imaginemos entonces que tenemos una pequeña empresa y hemos cerrado en una entrevista un puesto de trabajo con contrato indefinido, con un sueldo neto de unos 1200 a 1300 euros netos al mes. Para un sueldo de 1200 a 1300 euros al mes, la empresa tendrá que abonar unos 2001 euros aproximadamente. De ahí, hay que contar con que 501€ van para la Seguridad Social a Cargo de la empresa. Quedando entonces 1500€ de salario bruto, de donde el empleado va a tener que pagar sus impuestos, unos 256,5€. Una vez hecho esto, quedan para el empleado 1243€ que será lo que percibirá en su cuenta bancaria a fin de mes.