Respuesta:
En realidad un año dura exactamente 365 días, cinco horas, 48 minutos y 46 segundos. Esta diferencia de 11 minutos y 14 segundos, que en un año no pareciera que hiciera la gran diferencia pero que en realidad hace una gran diferencia, ya que al cabo de cinco siglos supondría un desfasare de cuatro días; el Primer concilio de Nicea (año 325 DC) reglamenta el año bisiesto corrigiendo esas seis horas anuales que quedaban en el Limbo redondeando en seis horas anuales y un día extra cada cuatro años.
Esta pequeña cantidad de minutos (11 minutos y 14 segundos) que faltaban para completar las seis horas llevo que para el siglo XVI el año tuviera un desfase de diez días (un día cada 128 años) causando problemas de todo tipo, pero el hecho que Pascua se adelantara de tal manera que en el año 1582 se conmemoraría el 11 de marzo, convenció al Papa Gregorio XIII que había que hacer algo al respecto. En 1578 la Universidad de Salamanca realiza estudios sobre el desfasaje que le hace llegar a Gregorio XIII y en 1582 se comenzó a implementar lo que hoy conocemos como el Calendario Gregoriano en algunos países europeos y sus colonias.
La transición fue lenta a tal punto que al entrar el siglo XX aún existían países como Grecia, Rusia, Turquía, China, y Bulgaria entre otros con el calendario Juliano que de a poco se fueron pasando al Gregoriano. En la actualidad la Iglesia Ortodoxa y los Berebere en el norte de África continúan con el viejo calendario romano, mejor conocido como Calendario Juliano y todos lo notamos en Navidad que para los países ortodoxos es conmemorada en enero, dos semanas después que el resto de nosotros.
El Calendario Gregoriano lo que hace es redefinir el año bisiesto y en vez de ser un día extra cada cuatro años pasa a ser definido de la siguiente manera: “Año bisiesto es el divisible entre 4, salvo que sea año secular - último de cada siglo, terminado en 00, en cuyo caso también ha de ser divisible entre 400”. Y así se termina con ese pequeño desfase anual que tantos inconvenientes trajo no solo en lo religioso, sino en la vida cotidiana como en la agricultura, ya que las diferentes estaciones del año no coincidían con el calendario y a los agricultores se les complicaban las cosechas y las siembras causando grandes perdidas al no poder guiarse por el almanaque.
Año secular se refiere al último año de cada siglo, 1500, 1700, 1900, 2000, etc.El paso del año Bisiesto Juliano, 100 años bisiestos cada 400 años; al Gregoriano de 97 años bisiestos en 400 años redujo la diferencia de 11 minutos y 14 segundos a menos de un minuto al año. Resumiendo, el calendario actual tiene tres años bisiestos menos que el anterior cada cuatro siglos, lo que reduce el desfase de un día cada 128 años, a un día cada 3300 años, algo tan irrisorio que en ese periodo de tiempo es imposible decir incluso que exista ese día extra ya que la rotación y traslación de la Tierra tiene sus variantes que pueden llegar a cambiar los cálculos. Pero estamos hablando de un periodo tan grande de tiempo y tan lejano en el futuro que no vale la pena ni pensarlo.
El día extra del año bisiesto en el Calendario Juliano se encontraba entre el 23 y el 24 de febrero, de ahí que bisiesto (del latín) bis sextus dies ante calendas martii se traduce como: repítase el sexto día antes del primer día del mes de marzo. Y es en el calendario Gregoriano que se traslada al 29 de febrero.
Espero que no se hayan mareado con esta entrada y que algo comprendieran, de no ser así asumo toda la culpa.