Revista Empresa

¿Cuanto más grande la empresa…más problemas?

Publicado el 19 julio 2011 por Juan Carlos Valda @grandespymes

Cuanto más grande la empresa…más problemas?

Por Nestor F. Setzes 

Existe una idea generalizada que consiste en relacionar el crecimiento de la empresa en forma proporcional a los problemas que deben afrontarse en el gerenciamiento de la misma, y esto es por lo menos un error.Para analizar lo anterior es menester primero describir que un proceso de crecimiento es un cambio, y por ende una “crisis”, que de por si no tiene nada de malo ni de bueno en si mismo, sino que depende de como y porque se lo implemente, es decir, si dicho cambio responde a los anhelos y capacidades de quien dirige la organización o se trata simplemente de un “regalo no deseado”. Hay personas que desarrollan úlceras o estrés manejando un pequeño polirubro unipersonal y otras que viven como un desafío satisfactorio la dirección general de un holding o conjunto de empresas diversas.Esto se explica a partir de comprender que una empresa mas grande implica mas variables a tener en cuenta, pero no necesariamente mas problemas, y esto depende directamente de dos factores: la calidad de la organización y la aptitud gerencial para resolver. La calidad de la organización. Es claro que los problemas de una empresa no dependen de su tamaño sino de su organización o desorganización. Si no existen sistemas de control y de proceso adecuados, dirigir una microempresa de tres integrantes será mucho mas estresante y desgastante para una misma persona que dirigir otra de 200 empleados que sí cuente con buenos sistemas de delegación ( de tareas), de descentralización (de decisiones), de control, de información para la toma de decisiones, y de planeamiento adecuados.Una organización es adecuada cuando se obtiene un equilibrio entre sus recursos, es decir, la capacidad y compromiso de su gente, los bienes necesarios para producir, el dinero en giro y la capacidad gerencial, y además que todo lo anterior en conjunto se adecue a lo que exige el mercado en el que se actúa, independientemente del tamaño del emprendimiento.Como prueba de lo anterior es necesario reflexionar sobre las grandes empresas, que de no ser así no existirían. Lo que ocurre es que se toma conciencia de la importancia de la calidad organizativa a medida que se crece, llegando a no concebir la desorganización desde que la empresa se califica como mediana, ya que es un factor determinante para la sobrevivencia de la misma. Nadie concebiría la posibilidad de que exista una empresa de cierta envergadura que no cuente con cierto nivel de organización, es decir, de delegación, de descentralización, de control, de información y de planeamiento. En definitiva la empresa desorganizada o “boliche” donde pesan mas los caprichos de quien la dirige que las razones o conveniencias, tiene un techo de crecimiento y un rango de problemas a resolver mucho mas difíciles que otra que “piensa” sus actividades y sistemas de información y control, y actúa según lo conveniente teniendo en cuenta las demandas del mercado.La aptitud gerencial para resolver. Es sabido que todos los seres humanos somos maravillosamente distintos, y que por ende ante una misma situación podemos reaccionar de distinta manera dependiendo de nuestra herencia genética y de la educación y experiencias previas de cada uno. Incluso se puede afirmar sin lugar a dudas que una misma situación afecta de manera distinta a cada persona según sus características individuales. De ahí lo que en Administración es llamado la “capacidad o recurso gerencial” que depende de cuanto puede resolver un director o gerente teniendo en cuenta lo que lo afecta esa decisión. Existe un trabajo de Herbert Simon con el cual obtuvo un Nobel de economía que se denomina “Teoría de la decisión”, y en la cual postula entre otras cosas el “principio de racionalidad limitada” que se puede sintetizar de la siguiente manera: ante una misma situación o problema existen infinitos caminos o posibilidades de solución, y cada uno de nosotros manejará algunos, dependiendo ésto de nuestro propio limite de racionalidad, siendo así que para ese mismo problema una persona manejará ninguna o una sola solución, otra mas preparada intelectualmente seis o siete y otra con una preparación y personalidad mas desarrolladas quizás maneje veinte alternativas de solución. De todas maneras, nadie manejara ni por muy cerca las infinitas soluciones posibles, lo que demuestra que todos en mayor o menor medida tenemos una racionalidad muy limitada. Teniendo en cuenta algunos principios de filosofía griega, se podría afirmar que la aptitud de cada director o gerente para resolver estará directamente ligada a su propia racionalidad limitada y dependerá de sus propios instintos, de su prudencia, de sus valores, de su propia justicia interior y ante todo de su sabiduría.

Para concluir, se puede decir que el camino de crecimiento de una organización siempre es una buena noticia, solo que implica el desafío de hacer crecer también, y al memos en la misma medida, la calidad organizacional y la capacidad gerencial.Por Nestor F. Setzes – Director en SICFIE  


Volver a la Portada de Logo Paperblog