En primer lugar quiero pedir disculpas a mi amigo Marino, propietario y editor del blog Pensamientos y más cosas. En uno de sus artículos, hablaba de las banderas que muchos hemos colgado en nuestras casas en respuesta al independentismo catalán y sobre el nacionalismo español. Y respondí de manera inadecuada algo que no es propio en mi. Tengo que aclarar que yo hablo, escribo y leo tanto en castellano como en valenciano y me siento tanto español como valenciano. Ya había tenido alguna que otra fuerte discusión ese día sobre este tema y estaba calentito. Porque estoy más que harto que una bandera con más de 200 años de historia, siempre se le relacione con el franquismo y si tú la llevas o la cuelgas en tu casa…eres nacionalista español o ¡¡facha!!.
Entonces ¿Cuántos nacionalistas españoles hay en España? Según lo que se conoce por nacionalistas muy pocos. Para intentar responder esa pregunta he consultado los datos del CIS, aunque es importante advertir de que no existe una definición única ni definitiva del término "nacionalista español". Por eso he utilizado la encuesta detallada más reciente —la post-electoral de 2016—, para construir un perfil escalonado.
Un 42% de las personas está orgulloso de ser español, como se ve en el gráfico de arriba. Pero el grupo se reduce rápidamente si añadimos condiciones para ser «nacionalista español». Solo un 14% se siente, además, solo español o más español que valenciano, extremeño o de la que sea su Comunidad Autónoma. Si además exigimos que sean centralistas —o que prefieran un Estado donde las CCAA tuviesen menos autonomía que ahora— el porcentaje se reduce al 7%. Ese es el porcentaje de españoles muy orgullosos de serlo, nacionalistas y que prefieren un estado centralizado.
Yendo un paso más allá del nacionalismo, el grupo de personas que se acercan con sus declaraciones a la extrema derecha es mucho más pequeño. Solo un 0,6% de los encuestados cumple todas estas condiciones: está muy orgulloso de ser español, se siente solo español o más español que otra cosa, preferiría un estado centralizado, se declara muy de derechas y cree que (en distintos grados) los inmigrantes son más un peligro que algo positivo. Es una cifra pequeña en términos electorales, pero que no debemos despreciar absolutamente: en este perfil extremo encontraríamos a decenas de miles de personas.Resto del artículo y gráficos en El País.