Bien entrada la madrugada, el silencio. Ese silencio que me invita a escribir aunque sólo sean unas pocas letras...
¿Qué Cuaresma más extraña, verdad? Lo que debería ser un día a día de lo más ajetreado en la ciudad, se ha quedado en un vacío difícilmente recuperable en otra fecha del calendario. Porque las cosas como son, es en esta época donde Sevilla luce con más esplendor y donde se vive un ambiente, por llamarlo de alguna manera, "especial"...
Pero nada, este año no hay Cuaresma, ni procesiones por la calle en Semana Santa y la feria en septiembre. Y os digo una cosa; tampoco pasa ná eh.
A ver, me explico. Que pasar si pasa, que el virus ése está haciendo más daño de lo que parecía en un primer momento, pero a lo que me refiero con lo de que no pasa ná, semanasanteramente hablando, es que este reseteo nos puede venir bien. Al menos así lo veo yo.
Hemos llegado a una sobresaturación en el mundo cofrade totalmente excesiva. Cuentas de Twitter que sólo buscan el morbo o hacen noticias de cualquier nimiedad. Gente que se cree moralmente superior a otras por pertenecer a una banda en particular o una Hermandad de renombre. Músicos con un ego mayor que la Giralda que no aceptan la más mínima crítica, y "críticos" que sólo buscan hacer sangre.
¿Y todo para qué? ¿Para tener más seguidores? ¿Para entrar a formar parte de la Junta de una Hermandad? No sé, no entiendo nada. Creo que se nos olvida lo más importante.
Nos olvidamos de para qué se realiza todo, los ensayos de bandas y cuadrillas, de limpiar plata, de bordar y de montar el paso... de TODO. Todo se lleva a cabo para que cuando llegue la Semana Santa se representa la vida, muerte y resurección de Jesús como sólo Sevilla sabe hacerlo.
Pues nada, alguno piensa más en su ego que en lo que de verdad importa.
De ahí que piense que este confinamiento nos pueda venir bien. Que hagamos retrospección y pensemos en las cosas mejorables que podemos hacer en la Semana Santa y dejemos las riñas los unos con los otros porque al final, a todos nos mueve lo mismo. Nuestra pasión por la Semana Santa.
Sin más, me despido recordándoos que en la medida de lo posible no salgáis a la calle y que en casa también se puede rezar, y que a pesar de que nos quedemos sin Semana Santa, los Titulares de las Hermandades que tanto profesamos, siempre están esperándonos durante todo el año.