Revista Cultura y Ocio

Cuatro autoras que leí este invierno (y debí hacer antes)

Publicado el 25 junio 2017 por Fernanda Espinosa @entrelibrosyte
Cuatro autoras que leí este invierno (y debí hacer antes)
En lo que va del año, mis lecturas se han visto principalmente dominadas por plumas femeninas. Para los amantes de las cifras: de los 67 autores que voy leyendo este 2017, 48 son mujeres. Ya sea porque he decidido disminuir mi lista de autoras pendientes o he estado al día con algunas novedades editoriales, la arrolladora presencia femenina en mis últimas lecturas ha sido un asunto de casualidad que no me ha privado de leer autores.
Afortunadamente, este experimento involuntario me ha traído más gustos que otra cosa.
No puedo afirmar que, como tanto leímos gracias a este post de Canino, "leer a mujeres es como llegar a casa y quitarse el sujetador", porque así de cómoda —u horrorizada— me hacen sentir libros escritos por hombres y mujeres a partes iguales, pero es menos probable encontrar tests de Bechdel desaprobados o pobrísimos personajes femeninos leyendo a mujeres, por dar un par de ejemplos. Y si ya te pusiste las gafas violeta, esto se hace imposible de ignorar.
Comencemos con El diario de la princesa de Carrie Fisher, nuestra princesa generala. Con la aparición de estas memorias y el regreso de Star wars a la pantalla grande, Fisher estaba de vuelta y eso solo hace más triste su temprana partida. La sinopsis de este libro promete mostrar lo que sucedió dentro y fuera del rodaje de la guerra de las galaxias, con especial énfasis en el affaire Fisher-Harrison, lo más comentado en la promoción del libro. Y, cito, "en 1976 solo era una chica de diecinueve años perdidamente enamorada de su compañero en la pantalla, Harrison Ford".
¿Conocen esa diferencia entre leer un clásico del siglo XVII ahora y en el momento exacto de su publicación? A Goethe lo disfrutaron antes y lo disfrutamos hoy, pero por más que estudiemos la época y contexto, hay un silencio innegable entre él y nosotros. Lo mismo pasa con El diario de la princesa, pero el silencio está en el género. Cuando Fisher nos muestra su diario desnuda una vulnerabilidad que emociona, pero sobre todo si has sido una adolescente. Donde la persona que escribió la sinopsis leyó "perdidamente enamorada", yo leí a una chica confundida que sabía que lo que sentía no era amor, que quería sentirse especial, que se decepcionaba a sí misma y que jugaba a manejarse sola en un mundo más grande que ella.
El affaire es indiscutiblemente importante, pero no como crisis amorosa, sino como punto de inflexión para la autora que le permite analizar otros aspectos de su vida. Lo que más disfruté de El diario de la princesa fue eso, el diario de una jovencísima Fisher y su mirada al machismo o el lado B del estrellato. Aunque el factor fan no sea suficiente para sostener el libro y lo prometido en la contraportada quede un poco grande, estas memorias me transportaron a mi siempre tortuosa adolescencia. Me llenaron de nostalgia por esos días en los que el mínimo error me hacía desear desaparecer del mundo o simplemente eliminar todo y hacer cuenta nueva. Y nada más por ese sentimiento, ese "todas hemos sido Carrie", vale la pena leerla.
Cuatro autoras que leí este invierno (y debí hacer antes)
Kelly Sue DeConnick nos transporta a un futuro distópico en el que las mujeres consideradas No conformes (NC) son enviadas al Puesto de Obediencia Auxiliar A.K.A El planeta de las zorras —en mi mente lo llamaba El planeta de las perras, más latino. ¿Qué tienes que hacer para ser considerada NC? Desde tener sobrepeso hasta enojarte si tu marido te engaña. Sé respondona y gana un pase sin retorno a Bitch planet, así va la cosa.
DeConnick nos entrega una sátira deliciosa, un mundo fundamentalista que suprime a las mujeres que no se logran adaptar a él de la manera más sencilla que existe: enviándolas a otro planeta.  Esta suerte de anulación sucede a diario en nuestra sociedad, estos tres minutos con Dustin Huffman te lo resumen muy bien, y esta propuesta gráfica logra poner el tema en discusión mientras logra introducirnos a una historia prometedora.
Bitch planet #1: Máquina extraordinaria es un diez en originalidad, concepto, diversidad de personajes, historia y arte, pero flojea en parte de su ejecución. Y es una lástima. En la segunda mitad se introduce una línea argumental que supongo dará juego en próximos tomos, más no justifica su presencia en Máquina extraordinaria (y encima mete con calzador un cliffhanger innecesario). Aún con este obstáculo, Bitch planet es tan solo el inicio de una historia prometedora y pone, por fin, en mi radar a Kelly Sue DeConnick. Si se animan con él, no se salten la publicidad falsa insertada al terminar cada issue, son un puntazo (¡Niagra! Resbala cuando se humedece, es como llorar por tus partes femeninas).
Cuatro autoras que leí este invierno (y debí hacer antes)
Cuatro autoras que leí este invierno (y debí hacer antes)La cámara sangrienta recopila diez relatos góticos que reimaginan cuentos de hadas, especialmente de Charles Perrault. Si bien estos cuentos fungen de punto de partida para la autora, estos no la limitan de manejarlos a su antojo y recrearlos con total libertad. Historias como La caperucita roja o Barba azul son inmediatamente reconocibles al comenzar los cuentos, sin embargo Carter las lleva a un lugar más oscuro, más sexual y más violento.
Pese a que este libro salió a la venta en 1979, la autora captura la esencia del terror gótico y es capaz de engañar sus lectores, haciéndoles creer que se están enfrentando a un texto del siglo XVIII y no a uno que todavía no cumple 40 años de publicación. Nos da atmórferas cautivantes, castillos como telones de fondo, pasiones desenfrenadas, detalles ricos en simbolismos y descripciones impecables; y lo hace tan bien que introduce elementos muy ajenos a la narrativa gótica de manera orgánica, no confundiendo al lector sino entregándole algo rompedor. El principal de estos elementos tiene que ser el cambio en las protagonistas femeninas, quienes se despiden del papel de víctima para tomar un rol más activo en su destino o para ser victimarias.
A caballo entre homenaje a la narrativa gótica y manifiesto reivindicativo de los personajes femeninos, La cámara sangrienta es, si duda, un libro como ningún otro que haya leído. Por supuesto, mi experiencia leyéndolo hubiese sido otra si la edición en español no hubiese estado a cargo de la Editorial Sexto Piso. Las ilustraciones de Alejandra Acosta son una delicia, juegan con esta dualidad de homenaje y modernidad de manera fantástica. Perturbador a la vez que hipnotizante, el trabajo de la chilena le añade muchísimo valor a este libro.
Cuatro autoras que leí este invierno (y debí hacer antes)
Cuatro autoras que leí este invierno (y debí hacer antes)
Rebeldes de S.E. Hinton es un clásico de la literatura juvenil que tiene como escenario el Oklahoma de los sesentas en donde la violencia entre diferentes clases sociales se ha hecho un hueco en la cotidianidad. Por un lado están los greasers, chicos pobres de cabello engominado con perfil de delincuentes juveniles, nuestros indiscutibles protagonistas; y por el otro los socs, niños ricos cuyo hobbie favorito es gastar en alcohol el dinero de sus padres y, de cuando en cuando, moler a golpes a los greasers.
La premisa puede sonar a musical sesentero y es altamente probable que muchos ya suponen cual es el gran "mensaje" detrás de la historia de Rebeldes Por fuera somos diferentes, pero por dentro todos somos iguales—, pero esta clara intención aleccionadora funciona: Hinton busca llegar incluso a jóvenes que no incluyen a la lectura entre sus pasatiempos y su novela es accesible para todos. De mismo modo, para aquellos más exigentes, entre líneas se revelan pretensiones más ambiciosas, entre las que resalto el tema de la pobreza como determinante en el desarrollo de un joven y la pérdida de la inocencia.
Creo necesario señalar que la autora escribió esta novela a los dieciséis, las fallas son de esperarse. La mayor de estas recae en su tratamiento de la masculinidad, estos chiquillos que lloran, se abrazan y demuestran sus sentimientos abiertamente no terminan de engranar con la historia. Aún así, es meritorio haberle dado la vuelta a los típicos delincuentes juveniles y de paso entregarnos protagonistas consecuentes, con definidas diferencias entre sí y con los que es imposible no encariñarse.
Siento que en Latinoamérica este clásico no ha sobrevivido al tiempo porque la violencia entre clases sociales no es un fenómeno tan latente como lo es, por ejemplo, el racismo. Aún así, esta novela coming of age toca temas universales de una manera conmovedora y se convierte sin duda en una de las mejores novelas juveniles que he leído al punto de hacerme lamentar que no haya sentado los cimientos del panorama actual. (Como bonus track, la adaptación cinematográfica está a cargo de Francis Ford Coppola y es tan fiel al libro que no te lo crees).responder

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