Revista Infancia

Cuatro chicas de 18 años mueren en una colisión en Vilafranca

Por Stornel
Este titular apareció en El Periódico. Por casualidad, ¿saben que en lo que llevamos del año 2012 ya han muerto en las carreteras catalanas 89 personas? Como son de tráfico, a nadie le importa o ni se acuerda pero si fueran por meningitis el terror sería general. Una conspicua colaboradora La Vanguardia  tiene su columna diaria redactada en español aunque dudo si escribe en catalán y se lo traducen o viceversa. No creo que sus honorarios varíen en función de la lengua escrita -la pela es la pela. En la nota aparecida ayer en la que "intenta escribir" como bien dice textualmente, se vuelve meliflua y amorosa llegando a decir: "Y sentada aquí, intentando escribir algo parecido a un abrazo...", "Sin conocerlas, sin saber sus vidas y sus historias, sin saber nada de sus familias, ¡qué cerca me siento de ellas!". Debe ser horrible para ella estar viviendo diariamente tan desgarradamente las desgracias ajenas que no cesan.  Yo me adhiero al comentario de un lector y repito textualmente lo que dice "Lamentando mucho éste accidente, observo que la mayoría culpa a los coches, cuando la realidad es que éstos circulan a la velocidad que quieren sus conductores. Así que deberemos concluir, que salvo fallo mecánico, la inmensa mayoría de éstos accidentes son consecuencia de la velocidad a la que circulan, como se puede apreciar en la terrible imagen de ésta noticia. Descansen en paz."  Muchas pueden ser las causas, añado yo, pero no lo llegaremos a saber nunca;  esta noticia se olvidará rápidamente y sólo quedará el dolor familiar En clases a padres de niños pequeños, no me canso de repetir que la palabra accidente induce a engaño. Es común oír: "no se mató de milagro", "le fue de un pelo", "tuvo suerte"...y otras muchas más que ustedes podrían añadir. La mayoría de los accidentes son previsibles y prevenibles. Por eso tampoco me canso de repetir que, como hacen en otros países, la palabra accidente debería desaparecer para la mayoría de situaciones de muerte porque en la inmensa mayoría de los casos hay una causa identificable y, por ende, con posibilidad de prevenir la lesión producida. Los fenómenos naturales, en ocasiones, son muy difíciles de predecir (rayo, terremoto, tsunami) pero en nuestra vida cotidianas sí que podemos actuar antes de que ocurra. ¡Hay tantos accidentes de tráfico de personajes conocidos como toreros, bailaores, actores, etc. en los que nadie tiene la culpa aunque hayan muertos por medio!

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