A mediados de mayo de 2011, miles de españoles salieron a la calle clamando contra la corrupción y contra un sistema bipartidista, dominado por conservadores y socialdemócratas, que parecía monolítico. Fue el movimiento 15M, que prendió también en otras partes del mundo. En aquel momento, el duopolio político en España comenzó a resquebrajarse y probablemente nadie de quienes entonces se manifestaban podía anticipar la ruptura que se venía encima. Ocho años después, el panorama no podría haber cambiado más: al menos cuatro partidos se disputan el poder político a escala nacional —ninguno de ellos con una primacía clara—, la inestabilidad se ha vuelto la norma y el debate público se ha empobrecido por la polarización y la lógica de vivir en una campaña electoral constante.
La España de la marmota
De unos años a esta parte, la agenda política española se ha convertido en una selección bastante limitada y predecible de temas. La corrupción —en sus múltiples formas y protagonistas—, la crisis independentista en Cataluña y el auge de nuevas formaciones políticas han conformado buena parte de los discursos y las tertulias una y otra vez. Las elecciones que encara España estos meses no...
Si quieres seguir leyendo este artículo, suscríbete a EOM. Lo que pasa en el mundo te afecta; comprenderlo es más necesario que nunca.
Nombre de usuario Contraseña Recordar cuenta Recordar contraseñaCuatro elecciones que marcarán el futuro de España fue publicado en El Orden Mundial - EOM.