Revista Cultura y Ocio

Cuatro Emperadores (I)

Por Manu Perez @revistadehisto
En el año 69, las convulsiones en Roma llegan a su máximo apogeo. Cuatro emperadores se suceden en apenas doce meses. Todo comienza cuando Otón asesina a Galba y las legiones que se hallan distantes no aceptan esta usurpación. Vitelio en el norte, apoyado por las mejores legiones, las que protegen la frontera de los bárbaros en Germania y Britania, se pone de inmediato en marcha. En el sur, el general Vespasiano, asignado para acabar con la rebelión judía, tampoco acepta que Roma esté en manos de asesinos. Primero Vitelio, que sucede a Otón y luego Vespasiano, que se impone al anterior usurpador, irán sucediéndose usando las armas como único argumento a esgrimir para lograr sus propósitos.

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Cuatro Emperadores

Así fue en la vida real. Hoy lo vamos a simular en el  juego de estrategia Alea Jacta Est, encarnando a Vitelio quien tiene por objetivo, primero desbancar a Otón arrancándole de su posición en Roma, para posteriormente defenderse de los ataques que lance Vespasiano una vez venza a los judíos.

Diciembre del 68

«Muchas y muy diversas tradiciones existen acerca del origen de Vitelo; unas pretenden que fue antiguo y noble; dicen otras que reciente, obscuro y hasta abyecto».

Cayo Suetonio, Los doce césares.

La noticia del asesinato del emperador Galba a manos de Otón llegó rápido a la Germania Inferior, la provincia donde Vitelio era el gobernador aclamado por las legiones. Ya antes, cuando Galba fue nombrado sucesor de Nerón y ciñó el manto púrpura, sus hombres le habían pedido que marchase hasta Roma a poner orden en aquel galimatías. Entonces desdeñó el ofrecimiento, pero esta vez se dejaría llevar, no iba a tolerar que hombres mediocres y ambiciosos tomasen el mando del imperio.

Actuó con rapidez inusitada. Al saberse respaldado por las tropas apostadas en Britania, ordenó que partiesen de inmediato hacia Londinium, donde una flota proveniente de Gesoriacum los recogería. No sabía aún si esas tres legiones le serían de utilidad y también temía una posible revuelta en la isla, pero debía apostarlo todo a conseguir el trono imperial.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Tropas en Britania leales a Vitelio. Se van a concentrar en Londinium donde embarcarán en la flota que deberá llegar antes de la conclusión del año 68. Esta operación se consigue hacer gracias al inusitado buen tiempo en la isla. Se trata de tres legiones entre las que destaca la XX Valeria Victrix, creada por Julio César u Octavio Augusto y que participó en la conquista de Britania veinticinco años atrás.

Las legiones apostadas en Germania, no se moverían; en diciembre del 68 el frío en la región aconsejaba eludir cualquier movimiento.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

La avanzadilla de las tropas apostadas en Germania. Junio Blaeso con una de las legiones más potentes de la época, la I Itálica, viaja a Massalia para servir de avanzadilla. El clima en el sur de la Galia es más benigno que en Germania.

Sin embargo, Julio Blaeso y la potente legión I Itálica viajarían hacia el sur para tratar de actuar como avanzadilla.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Tropas de Vitelo en Germania. La nieve cubre toda la región así que el movimiento en esas condiciones parece demasiado arriesgado y costoso.

Invierno del 69

«Al enterarse de la muerte de Galba puso en orden los asuntos de Germania y dividió sus huestes en dos cuerpos: uno que se adelantó marchando contra Otón y otro cuyo mando se reservó».

Cayo Suetonio, Los doce césares.

El único modo de destronar a Otón era sin duda sacarlo de la misma Roma. Obviamente, con los pies por delante. Había que actuar con la máxima rapidez, andes de que el usurpador fortaleciese su posición en la península Itálica y fuese más complicado vencerlo. Pero había un enemigo importante, implacable, un viejo conocido por todos los hombres de armas: el general invierno.

Vitelio tuvo que ser muy prudente y evitar que las nieves causasen más pérdidas en sus ejércitos que una cruenta batalla con el enemigo. Mientras las tropas de Otón descansaban tranquilas en las ciudades del cálido sur, los suyos debían realizar un largo, larguísimo periplo desde la fría Germania hasta el Mediterráneo. Un trayecto que, sin embargo, no podía evitarse.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Trayectoria del avance de Vitelio y sus cuatro legiones por el margen occidental del Rin. En tres meses apenas ha culminado la mitad del camino hasta el Mediterráneo. Abajo a la derecha, detalle de la situación de algunas unidades, sobre todo de las tropas germánicas: algunos de los hombres han perecido por el frío y muchos, sobre todo entre los auxiliares, han desertado.

Por delante del aspirante a emperador, el general Caecina (un viejo partidario de Galba que, acusado de apropiación de dinero público tomó partido por Vitelo) abre la marcha con tres legiones. Su objetivo es ir haciendo caer las ciudades leales a Otón. Aún falta para entrar en acción porque aunque ha avanzado más (estaba más al sur, donde el clima ha sido más favorable estos meses), todavía se encuentra en territorio afín a Vitelio.

Al haber sido el trayecto más liviano para los hombres, su ánimo y disposición para la lucha está casi intacto. Solo algunas deserciones entre los auxiliares y las bajas propias del desgaste por tanto movimiento han mermado su capacidad operativa. Caecina está dispuesto a enfrentarse ya mismo a tropas enemigas.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Del río Rin al Ródano. Caecina y los suyos llegan hasta las inmediaciones de Viena. En la próxima etapa se internarán en la Galia Cisalpina, bien por la ruta de los Alpes (siempre que el buen clima acompañe, no como Aníbal…) o bien por la costa, llegando hasta la desembocadura del Ródano en Massalia.

Sin embargo, la punta de lanza del ejército de Vitelio lo formaban Junio Bleso, el hombre al mando de la legión I Itálica. Estas unidades ya se encontraban, a finales de marzo, en las puertas de Génova, en la Galia Cisalpina. Ante la presencia de este ejército, la guarnición de la ciudad se parapetó en su interior. Junio Bleso, al llegar ante las murallas de la ciudad costera determinó no asaltarla pues sus hombres no parecían encontrarse en la mejor disposición después de tres meses de incesantes marchas. Así que decidió otorgarles unos días de descanso, no sin antes disponer la maquinaria de asedio.

Por otro lado, en este invierno Vitelio contrató a dos unidades de mercenarios, una de caballería germana y otra, también de caballería, gala. Su misión sería la de hacer de exploradores. En marzo, los galos llegaron a Tausatia, un punto importante al otro lado de los Alpes, paso obligatorio para adentrarse en el corazón de la Cisalpina, con la idea de vigilar posibles movimientos de las tropas de Otón. Mientras, los germanos, mucho más al norte, localizaron en Vindonisa a un ejército de Otón en el cual se incluía la legión XI Claudia.

Correspondería a Vitelio decidir qué hacer con estas informaciones.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Primeros contactos con la facción otoniana. Junio Blaeso, en el sur, llega a Génova y monta la maquinaria de asedio (ballistae). Mientras, los mercenarios galos y germánicos observan en las ciudades leales a Otón. Al norte, los germánicos, observan una legión romana, la XI Claudia.

Primavera del 69

«Llegado a la llanura donde se dio la batalla, vio a algunos de los suyos que retrocedían con horror ante los cadáveres en putrefacción; entonces dijo esta frase execrable “El enemigo muerto siempre huele bien, y mejor aún si es ciudadano”».

Cayo Suetonio, Los doce césares.

La primavera traería los primeros enfrentamientos armados. En concreto, la primera lucha aconteció en Genua (Génova) el 12 de abril, cuando dos legiones otomanas llegaron a la ciudad que asediaba Junio Blaeso con la I Itálica y tras las auxiliares galas. Al ver la situación, el general Licinio Próculo mandó a las dos legiones bajo su mando junto a las unidades de la guarnición.

Ante la superioridad numérica (más de treinta mil hombres contra apenas once mil) Junio Bleso trató de retirarse, sin embargo se vio forzado a pelear y, aunque técnicamente la batalla acabó en derrota y fueron ellos quienes abandonaron el campo de batalla, causaron más de cuatro mil bajas en el enemigo, casi el doble de las sufridas y, en general, se puede decir que fue una derrota más que honrosa.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Resultado de la batalla de Genua. Pese a considerarse una derrota viteliana, las tropas de Otón, comandadas por Licinio Próculo, consiguen hacer huir a las de Junio Bleso. Pero los defensores de Génova acaban perdiendo seis elementos completos (tres cohortes de legionarios, dos de caballería y una de auxiliares).

En cuanto a las tropas principales, las de Vitelio y Caecina, ambos ejércitos han seguido avanzando hacia su destino final: Roma, la capital del imperio.

Caecina y sus legiones, que abren la marcha, cruzó los Alpes en una purísima marcha que le llevó todo el mes de abril. Pese a tener una climatología realmente fantástica, el camino resultó muy penoso para sus hombres y, sobre todo las tropas auxiliares, sufrieron muchísimas deserciones. Sin embargo llegó al otro lado de las imponentes montañas el primero de mayo y unos días días después, al finalizar los idos, se encontraba ante las murallas de Taurasia. Debido al cansancio, las tropas se limitaron a acampar en las afueras de la ciudad y esperar a encontrarse en una mejor situación para afrontar el asalto. Tras aguardar tres semanas, viendo que muchas de sus unidades seguían todavía no se habían recuperado del paso montañoso, decidió emplear en el asalto solo a dos de sus legiones y a los arqueros, dejando que la V Macedonia y el resto de auxiliares siguieran reposando.

Taurasia cayó con suma facilidad.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Avance y victoria en Taurasia. En el cuadro superior, las tropas que asaltan la ciudad; debajo, las que descansan. Al termino del mes de junio, las tropas que no asaltaron Taurasia se encuentran completamente repuestas del viaje, mientras que las que asaltaron, sobre todo las dos legiones, andan un tanto necesitadas de recuperación aunque el combate ha sido sencillo.

Vitelio continúa su marcha hacia el sur, pero un incidente en Vindonissa detuvo su marcha durante varias semanas. La caballería mercenaria germana se mantenía en las inmediaciones de dicha ciudad desde meses atrás, se habían convertido en algo así como parte del paisaje. Los otonianos se mantenían a la expectativa. Pero tal vez al advertir la presencia del numeroso ejército de Vitelio, quisieron hacer una demostración de fuerza; o quizá simplemente ocurrió algún incidente aislado que acabó con los jinetes germánicos masacrados por las tropas de un tal Cayo Suetonio Paulino, un general que demostró grandes dotes militares.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Movimiento de Vitelio y los suyos. Solo se avanzó durante dos meses ya que el mes de mayo, debido a la batalla contra los otonianos, las tropas quedaron varadas en esa ciudad, disfrutando de la victoria y también reposando de la lucha.

Enterado de ello Vitelio, pese a que la prudencia y la necesidad aconsejaban dejar de lado este incidente, tal vez para demostrar a sus tropas de procedencia germánica que los tenía en alta consideración, se empeñó en dar un rodeo e ir hasta el mismo lugar donde se produjo la batalla e intentar vengar a los mercenarios. Lo consiguió, pero a un coste alto en vidas (más de cuatro mil hombres perdidos) y también en tiempo ya que tuvieron que parar la marcha el resto del mes. Tres semanas de inactividad que retrasaron mucho su desplazamiento hacia Roma.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Arriba, batalla contra los hombres de la caballería germánica. Los mercenarios perdieron casi la mitad de sus tropas, con dos de sus cinco regimientos aniquilados por completo. Debajo, la venganza de Vitelio.

Pero no solo los movimientos militares y las batallas de las tropas de Vitelio son importantes. Otros hechos, de armas o no, también tienen que ser tenidas en cuenta.

En mayo, llega el rumor a las huestes vitelianas de que el general Vespasiano ha subyugado a los judíos atrincherados en Hieroslyma (Jerusalén), por lo que a la revuelta contra Roma parece controlada en Oriente. Esto implicará, sin duda, una fuerte subida de moral entre los partidarios de este general y, muy probablemente, su postulado también al trono imperial.

Cuatro Emperadores. Alea Jacta Est

Mapa de la Oriente Próximo. En rojo, aparecen los territorios controlados por Roma bajo el mando del general Vespasiano; en azul claro, las regiones aún en poder de los rebeldes judíos. A la derecha, información de algunas de las opciones escogidas por la facción viteliana.

En los meses anteriores, la facción de Vitelio ha contratado distintas unidades de caballería bárbara, algunos de los cuales han servido, como se ha visto, como exploradores. Los últimos en unirse son una partida de caballería bátava instalada en sus tierras, al norte, en la desembocadura del Rin.

También se han celebrado juegos menores para incrementar las moral de los hombres. Y, a principios de mayo, se vendieron a los prisioneros capturados en la batalla de Genua, reforzándose así la posición económica de la facción.

Fin de la Primer Parte.

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