Aislados en sus pisos. Así viven un par de personas mayores con graves problemas de movilidad en el número 5 de la calle de Das, en el barrio de Vilapicina i la Torre Llobeta. Cuatro escalones en el exterior del edificio impiden que cualquier persona pueda sacarlos a la calle en silla de ruedas. Sus vecinos quieren ayudarles y están dispuestos a financiar una rampa fija que salve el obstáculo, pero el Ayuntamiento de Barcelona se niega a conceder el permiso porque ocuparía parte de la vía pública.La finca tiene estos problemas de acceso desde hace más de 30 años, pero la situación se ha agravado en los últimos años por el estado de los dos vecinos más afectados. La vecina Teresa Cucalón se ha propuesto desencallar la situación en nombre de la comunidad. «Antes nos apañábamos como podíamos para que pudieran salir a la calle, pero cada vez somos más mayores y cuesta más. Hace un año la vecina del ático sufrió un ictus y solamente sale de casa para ir al médico, con ayuda de la ambulancia. Puede estar semanas sin salir a la calle», explica Cucalón, de 50 años.ALTERNATIVAS MUNICIPALES / Cucalón ha conseguido hablar con responsables del Distrito de Nou Barris, pero hasta la fecha solo recibe negativas. «Es una obra sencilla y no afectaría a nadie porque es una calle muy amplia, de 14 metros de ancho, peatonal y sin comercios. La rampa está presupuestada en 16.000 euros y la pagaría la comunidad», insiste.La petición de estos vecinos ha sido denegada, según fuentes del Ayuntamiento de Barcelona, porque solo se permite «ocupar la vía pública cuando no haya otra alternativa para facilitar el acceso dentro del espacio privado». En el caso del bloque de la calle de Das, aseguran las mismas fuentes municipales, «existen alternativas que afectarían solo al espacio privado». La única posible es una plataforma elevadora mecánica o ascensor.Cucalón asegura que esa alternativa está descartada porque su instalación supondría ocupar parte del espacio aéreo de una plaza de aparcamiento y su propietario no da permiso. Según la vecina, comprarle la plaza «es totalmente inviable porque la vende por 70.000 euros».Al importe de la plaza, cuyo dueño no es de la comunidad, Cucalón y el resto de propietarios deberían añadir 41.000 euros (12.000 de obra, 9.000 de la rampa interior del vestíbulo y 20.000 del ascensor exterior o plataforma elevadora). En total, la alternativa a la rampa en la calle que veta el ayuntamiento costaría 111.000 euros, siete veces más.PUNTOS NEGROS / Consuelo García, miembro de Asendi NB, entidad dirigida a sensibilizar sobre la discapacidad, lamenta el caso de los dos vecinos de la calle de Das. «Por desgracia, las barreras que pueden encontrarse las personas con discapacidad física en Nou Barris son bastantes», asegura García, que se encarga de recorrer las calles y fotografiar los obstáculos que pueden encontrarse las personas ciegas o en silla de ruedas. «No puedo dar un número exacto, pero en una vuelta por Canyelles o Ciutat Meridiana encuentro cientos», afirma.La portavoz de Aendi NB recomienda a los vecinos de la calle de Das apoyarse en algunos precedentes del mismo distrito como la rampa en plena vía pública situada en el número 101 la calle de Piferrer. «Es un caso prácticamente idéntico», añade García.Piferrer, 101, donde sí se permitió instalar una rampa.
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Revista Solidaridad
Cuatro escalones aislan a un par de personas mayores con graves problemas de movilidad
Por AparcamientodiscapacitadosSus últimos artículos
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