Revista Opinión

Cuatro gatos

Publicado el 25 enero 2011 por Saludconcosas @manyez
Cuatro gatos
Hace unos días los (buenos) amigos de La Comisión Gestora hablaban de los adeptos al 2.0 y de la punta del iceberg, en referencia a que a veces nos deslumbramos pensando que todos los profesionales son unos fans acérrimos de las TIC cuando no es del todo cierto. El problema radica en que las redes que se crean alrededor de twitter, facebook, blogs y demás nos asocian a pares, a gente con intereses similares, y así las encuestas mentales que hacemos sin darnos cuenta nos llevan a crear una realidad equivocada.

Pero, ¿ocurre solo con la web 2.0? No, esto ocurre con muchos más aspectos en nuestro entorno. Un ejemplo muy claro: en este entorno digital nos codeamos con profesionales comprometidos, que en sus horas libres crean redes sociales, ponen en marcha una plataforma para ayudar a dejar de fumar o para denunciar los problemas de atención primaria, responden mails de sus pacientes, escriben blogs o participan en mil y una iniciativas sin recibir nada a cambio, solo por la "satisfacción del trabajo bien hecho" como un día comentaba nuestro amigo Salva Casado.¿Y la realidad es así a nuestro alrededor? Ojalá... Por cada profesional que quiere cambiar las cosas, que sabe a ciencia cierta que el sistema necesita una reforma, que se esfuerza por hacer bien las cosas y beneficiar al paciente, existen otros que prefieren no mover nada (casi ni opinar) y otros tantos que sacan beneficio, directo o indirecto, de una situación indefendible. Por cada profesional que atiende a los pacientes y se esfuerza por ellos, hay otro que prefiere salir antes, que prefiere dejar el trabajo para el siguiente turno, que se "escaquea" con malas artes cargando a sus compañeros con el trabajo que deja sin hacer, que ni se molestan en bajar cuando les llama el residente desde la puerta de urgencias, que pagan con el paciente su propia frustración y que al final son la inercia que mueve a este sistema.Al menos, los 4 gatos que somos, estamos conectados y nos conocemos. Eso no nos lo quita nadie y demuestra que las redes y el dospuntocero sirven para algo. Hace años no podríamos haber conocido con tanta facilidad a gente tan especial como la que escribe, comenta, colabora, critica y difunde información en la blogosfera y tuitesfera sanitaria. Y así se lanzan proyectos, se materializan ideas, se innova y se construye otra forma de hacer las cosas, con un estilo diferente al que la sociedad actual y algunas corporaciones profesionales nos tienen acostumbrados. A algunos les fastidiará, a otros no les gustará, pero los resultados están ahí (muchas veces no los mejores, sin duda), y las ganas de trabajar y de mejorar día a día también. Las espaldas son anchas, tanto para los sacos como para las flechas...

Como epílogo, le pedimos prestado a Rut Roncal el cuento zen que publicó recientemente en el blog 365 Phototuits:Érase una vez un perro que se metió en una casa abandonada.Después de recorrer todas las habitaciones llegó a una que estaba llena de espejos. Como era muy desconfiado ladró desde la puerta para ver que ocurría. Inmediatamente vió cientos de perros devolviéndole los ladridos y salió corriendo mientras pensaba “Esta casa está llena de perros desagradables, no volveré nunca más”.Al día siguiente otro perrito entró en la misma casa y al llegar a la habitación de los espejos entró alegre y sonriente. Al mirar a los espejos vió a muchos perritos que le sonreían y se marchó pensando “Que casa más agradable,volveré todos los días para ver a los perritos sonrientes”.
Y ya que tenemos un gato en la foto, y es de noche (o eso parece), nada como el pijama y a dormir...
Nota final: hablando de redes, esta noche estaremos hablando de #mividasinti en la sesión nocturna de Te Kuidamos 2.0 que coordina Olga. Gracias por la invitación

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