Usualmente el arte de la fotografía es pasado a segundo plano en los análisis comunes de las películas. Se prefiere resaltar las actuaciones, los efectos especiales y los giros de trama antes que la dirección fotográfica.
Sin embargo, los cinéfilos siempre revisan las técnicas fotográficas empleadas en los largometrajes y esto lo saben los directores. Hay quienes diseñan sus propias cámaras para cumplir las exigencias de su obra pero también hay quienes que, con pocos recursos, han grabado filmes interesantes. Es el caso de Coherence, grabada con una cámara semiprofesional de 35 mm que permitió crear ese efecto indie requerido para la historia.
Por ello, te recomendaremos cuatro películas que sobresalen por su magnífica dirección de fotografía.
La ventana indiscreta (Rear Window - 1954)
Película emblemática de Alfred Hitchcock. Nominada a cuatro Premios Oscar, entre estos, a Mejor fotografía a color. Robert Burks, el director de fotografía, ofreció uno de sus trabajos más excelsos, arriesgando con el primerísimo primer plano de la deslumbrante Grace Kelly, así como en los encuadres que evidenciaban la composición simétrica de las fachadas de los departamentos.
Desde una sola ventana se desarrolla toda la perspectiva de la historia. Lo que en principio podría ser un filme monótono, Hitchcock y Burks lo convirtieron en una obra dinámica, entretenida y de progresivo suspenso.
La cenicienta en París (Funny Face - 1957)
Largometraje dirigido por Stanley Donen. Aquí, Audrey Hepburn y Fred Astaire concretan un verdadero homenaje al octavo arte. Por un lado, Astaire, en el papel de un fotógrafo, exhibe algunos trucos del proceso fotográfico como poner música clásica en las sesiones y realizar juegos psicológicos para emocionar a las modelos. Por otro lado, Hepburn demuestra todas sus dotes actorales posando para la cámara de Astaire en distintos ambientes de París.
La glamurosa dirección de fotografía fue de Ray June y contó con la asesoría del célebre fotógrafo Richard Avedon.
Birdman (2014)
Película dirigida por Alejandro González Iñárritu y ganadora de cuatro premios Oscar, entre estos, a Mejor fotografía. Teniendo al magistral Emmanuel Lubezki en la dirección de fotografía, la obra no podía carecer de brillantez. Ostenta el falso plano secuencia más sorprendente de Hollywood, el cual da un ritmo inigualable al humor negro de la trama. Lubezki captura, con cuidadosa composición, los momentos más intensos de los personajes.
Para la crítica, Lubezki dio una nueva cátedra de dirección fotográfica, la cual sería galardonada con el Oscar, el BAFTA, el Critics' Choice Movie Awards, entre otros.
Laureado filme norteamericano de Alfred Hitchcock. Con George Barnes en la dirección de fotografía, el largometraje representó el primer gran éxito del cineasta británico y el único Oscar para Barnes.
La fotografía de la película suele ser materia de estudio. Retratar los momentos previos a un posible suicidio, realizar encuadres de una mansión para que luzca tenebrosa y acechante, hacer del blanco y negro un recurso para esconder a los personajes entre los objetos, son algunas de las prolíficas demostraciones que Barnes y Hitchcock dejaron para la posteridad.
Por Germán Morales