El Gran Ducado de Borgoña, uno de los grandes estados medievales, tuvo su capital en Dijon. El Palacio de los Duques, que hoy es el Museo de Bellas Artes, muestra en la sala noble los espectaculares mausoleos de sus Señores durante su máximo esplendor independiente.
El Gran Ducado llegó a ocupar el actual Benelux y casi todo el este de Francia. Carlos V heredó el título de Duque de Borgoña lo que le hacía titular de Flandes, Holanda y el Francocondado, produciéndose de hecho la desmembración entre la parte francesa y la ocupada por la Casa de Austria.
Dijon es ahora una ciudad tranquila, de tamaño medio, y con gran carga histórica por rememorar. Dedicaremos cuatro entradas consecutivas al Palacio Ducal y su Museo.
Escogemos en primer lugar un cuadro, la Alegoría de la pintura (1642) de Charles Alphonse du Fresnoy.
Du Fresnoy era una persona culta, poseía gran dominio del latín y griego, llegando a escribir un gran poema latino, De arte graphica. Su formación y afición a la pintura las pone de manifiesto en su Alegoría. Durante los siglos XVI y XVII la reivindicación de la Pintura como Arte Liberal fue constante y el artista no pierde la oportunidad de vincular la pintura a las disciplinas ya consagradas como la música, la astronomía y la geometría.
En el primer plano del cuadro vemos un erote en plena actividad geométrica (con compás y escuadra). En la esquina derecha una esfera armilar. El amorcillo de la izquierda sujeta un libro de Leonardo, quien ya había dicho: no lea mis escritos quien no sepa matemáticas. En un mismo ambiente se ejercen las artes literarias, las científicas y las bellas artes.