Revista Cultura y Ocio

Cuatro tipos diferentes de librerías

Publicado el 25 noviembre 2011 por Mientraslees

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Ya muchos debéis haberos enterado por twitter, pero hoy es la primera vez que se celebra este día tan literario en España. La editorial Maeva tiene una larga trayectoria editorial y ha visto pasar por su lado a muchísimas librerías. Es más, la labor de la editorial no existiría si, a su vez, no hubieran ayudado las librerías, distribuyendo los libros por todo el país, acicalando los escaparates para las promociones (algo muy importante) y fomentando la lectura en todos nosotros. Cuando era pequeño, las librerías eran algo que me fascinaba. Ahora, años más tarde, tengo un gran sueño: trabajar en una librería. ¿Os imagináis trabajando en una librería? Sería algo maravilloso. Ordenar los libros nuevos, oler las hojas de los más viejos; limpiar el polvo cuando se acumulara, leer y leer para recomendar y seguir recomendando grandes lecturas... Se debe sentir genial cuando, sin quererlo, cambias la vida de una persona con un libro que recomiendas. Un librero sin pasión, es dueño de una librería triste y solitaria. En cambio, alguien con grandes ideas e ilusión, podría construir un paraíso a su alrededor.
Para celebrar este día, os tenemos preparado un artículo sobre librerías muy jugoso. ¿Cuáles de todas estas librerías os gustaría regentar? ¿Sabéis que existen librerías-café y ciber-librerías? ¿Qué tan originales son las librerías de vuestro barrio? Cuando hayáis acabado de leer, ¡opinad!
Las librerías tradicionales: libros y más libros Photobucket
¿Quiénes no han pisado alguna vez una librería? El sentimiento que te transmiten es de paz y sociego, tranquilidad infinita y muchas, muchísimas ganas de leer todos los libros que puedes ver en una ojeada. ¿Cómo os sentís? ansiosos por comprar alguno, mirando libros por doquier. Cuando vamos a una librería tradicional, sólo encontramos libros por todos sitios y gente amable sonriéndote, esperando que compres el tuyo. Muchas veces tienen libros amontonados en forma de pirámide, con grandes carteles promocionales para la novedad fuerte del momento. Otras veces, al pasar por el escaparate, podemos ver grandes obras de arte del marketing y decoración. Entre esta categoría se pueden resaltar las grandes librerías comerciales como El Corte Inglés, la Fnac o La Casa del Libro.
Muchas de ellas también tienen lugares especiales para preparar eventos, reunirte y hacer una conferencia literaria o pasar una tarde realmente entretenida (fijaos cómo las hemos aprovechado nosotros en Maeva Young). Sinceramente, las librerías de toda la vida no desaparecerán jamás. Tal vez no son las más vistosas, pero son las más útiles. Allí nunca falta un libro o un pedido y tienen siempre los mejores precios (y sus respectivos soportes informáticos). Ya fuera de España, podemos hablar de la famosísima e histórica Shakespeare and Company, un lugar emblemático y ¡totalmente lleno de libros! Un sitio así no tiene desperdicio. Espero poder visitarlo muy pronto.
Las librerías que juegan a dos bandas: ¿un café o una hora de lectura?
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Estas son mis preferidas. ¿No pensáis que las librerías tienen un halo mágico y tremendamente romántico? Pues unid una librería con un café o un buen té y tendremos un lugar bohemio y emblemático de la ciudad. Un lugar como este siempre está lleno de gente interesante, charlando en sillones mientras leen sin parar. Sitios para citar hay muchos, pero quiero comenzar con Tipos Infames, una librería donde, a la vez de comprar libros, puedes beber un vaso de vino (además de ser una de las librerías con más movimiento literario en el año); otro buen ejemplo es La Fugitiva, un lugar donde te sirven un buen café acompañado de un buen poema. Por último, queremos mencionar un gran Café literario llamado "Café Libertad 8", un gran sitio para tomarse un café, charlar con los amigos, asistir a eventos de todo tipo y, además, llevarte un buen libro bajo el brazo.
Las librerías ambulantes: ¡corre, corre que se escapa!
PhotobucketLas librerías ambulantes son poco comunes pero gratas de ver. Hace algunos años, el mercader iba con un carro lleno de libros y a grito de vendedor anunciaba su paso allá donde iba. Por ejemplo, en la película "Yentl" de Barbra Streisand, aparecía un mercader de libros con su librería ambulante repleta, ofreciendo historias para mujeres y libros de sabiduría para hombres. Este tipo de práctica se sigue llevando hoy en día, aunque de una manera algo diferente. Se monta la librería ambulante en una plaza, se ponen los libros y ya tenemos una librería al aire libre grata de ver y con grandes precios. Podemos destacar librerías ambulantes como Barrow Books. Pero no os creáis, en estas librerías al aire libre también podemos encontrar cosas interesantes que no tienen nada que ver con los libros (revistas, billetes viejos, etc). Es como un mercadillo, especial y añejo. En una palabra: encantador.
Las librerías de segunda mano: siempre alguien quiere lo que otro desecha
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Las librerías de segunda mano son, en una palabra, especiales. Toda ciudad necesita una entre sus calles y siempre habrá quien entre a su establecimiento, buscando grandes joyas olvidadas por la multitud, abandonadas entre montones de libros que buscan dueño. En estos lugares suele reinar el desorden: montones de libros viejos en una esquina, pilas desordenadas de hojas amarillentas en otra... Lo cierto es que tienen un embrujo especial que nos hace comprar más de uno cada vez que pasamos por alguna. Las dedicatorias que ya no pertenecen a nadie, se quedan grabadas para siempre en las solapas, y nos sentimos como espías, mirándolas y cotilleádolas. Anotaciones que ya nadie se acuerda que hizo quedan grabadas para siempre entre las letras y los márgenes, pasando a ser nuestras. Así como el Príncipe Mestizo anotó sus elucubraciones en aquel viejo libro de pociones, a nosotros nos dejan un legado cada vez que compramos un viejo libro usado en una librería de segunda mano. De estas, no voy a citar ninguna, porque la gracia es encontrarlas por casualidad en alguna esquina, sintiendo la ligera sospecha que antes no se encontraba allí y que, al salir, desaparezca como por arte de magia. Ese es el verdadero espíritu de las librerías.


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