Cuba apunta a vacunar a su población este año con su propio compuesto, que sería la primera desarrollada en América Latina. El país afirma que puede producir 100 millones de dosis de Soberana 2, su candidata a vacuna más avanzada, en 2021.
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“Si todo va bien, este año se vacunará a toda la población cubana”, dijo el Dr. Vicente Vérez, director del Instituto de Vacunación Finlay.
Cuba ha salido relativamente a la ligera en comparación con muchos de sus vecinos hasta ahora en la pandemia, con 19,122 casos y 180 muertes confirmadas por el gobierno.
Esta semana, Soberana 2 pasó a la fase dos de pruebas, con la participación de 900 voluntarios, y si tiene éxito pasará a la fase III con 150.000 voluntarios en marzo.
El Dr. Vérez dijo que el objetivo era lanzar una campaña de vacunación en el primer semestre del año, y también podría ofrecerse como una “opción” a los turistas.
Cuba “fue el primer candidato de América Latina y el Caribe en tener una vacuna en fase clínica”, dijo José Moya, representante local de la Organización Mundial de la Salud (OMS), quien se muestra “optimista”.
El motivo de su optimismo es que “Cuba tiene más de 30 años de experiencia en la producción de sus propias vacunas y casi el 80% de las vacunas del programa nacional de inmunización se producen en el país.
Bajo un embargo estadounidense desde 1962, Cuba a menudo ha tenido que encontrar sus propios remedios. Ya en la década de 1980, se basó en las biotecnologías, descubriendo en particular la primera vacuna contra el meningococo B”, dice Nils Graber, investigador en antropología de la salud en la Universidad de Lausana.
“El objetivo era tanto mejorar el sistema nacional de salud como ser exportado”, agregó, citando el envío de tratamientos cubanos a América Latina, Asia y África.