Estados Unidos y Cuba negocian desde hace meses la solución de un conflicto que lastra su reacercamiento: el programa concebido para estimular la deserción de los médicos cubanos destinados en terceros países.
Tratando de llegar a un acuerdo, el Presidente estadounidense, Barack Obama, está ralentizando las facilidades concedidas a los desertores en el programa Cuban Medical Professional Parol, aprobado por la Administración Bush en 2006.
En tanto, el régimen de Raúl Castro, en un cambio radical, autorizará el regreso, sin represalias y con empleo garantizado, del personal médico que abandonó la isla para establecerse en el extranjero.
La pregunta es: ¿Cuántos regresarán a trabajar a Cuba?