Revista Cuba

Cuba: El camino al futuro

Publicado el 02 abril 2016 por Yusnaby Pérez @yusnaby
CaminoalFuturo

Indudablemente, el viaje del presidente Obama ha dejado una marca muy grande en Cuba. Pocos esperábamos que llegara a tener un impacto tan fuerte como para lograr que las raíces del sistema se estremecieran. Desde luego, con esto no pretendo decir que vaya a lograr cambios inmediatos y profundos.

Todos sabemos que mientras los hermanos Castro vivan, es casi imposible que hayan grandes cambios en Cuba, sobre todo en el ámbito político interno. Pero lo que sí ha logrado es crear una división entre Jurásicos y Progresistas. Todos saben que Cuba necesita hacer cambios en su marco económico y legal, para que el país se beneficie de las oportunidades que el deshielo y el ya no muy lejano fin del embargo traerán.

Una frase del presidente Obama caló muy profundo. Fue cuando dijo  “Si mañana se quitara el embargo, Cuba no podría aprovechar las oportunidades que eso generaría, porque no ha hecho los cambios necesarios”.

El gobierno cubano tiene miedo de actuar, están desconcertados, no saben para donde moverse.  No se pueden poner de acuerdo. El partido está dividido, aunque los Castro mantienen el poder.  Y el discurso de Obama no solo impactó a los miembros del partido, sino lo que es más importante, impactó a la sociedad, impactó a los cubanos que lo escucharon, impactó al pueblo.

Obama se convirtió en el político más popular en Cuba, aunque no es cubano, ni aspira a ningún puesto público. Con una alocución plena de verdades, hizo trizas el discurso castrista y le abrió los ojos a muchísima gente, que ahora entiende porqué queremos cambios para Cuba. Ya saben que los opositores no somos anticubanos, sino simplemente cubanos con una visión más moderna y mucho mejor para el país.

Y aparte, fue muy claro al decir que Estados Unidos quiere ser amigo y socio del gobierno y del pueblo cubano. Automáticamente se declaró amigo y por tanto, los opositores ya no pueden ser “agentes  del  enemigo” ni hacer “propaganda enemiga” ya que en todo caso serían “agentes del amigo” y harían “propaganda amiga”.

Pero no hay que ir a Harvard para decir que hay dos cubas: Una anterior al discurso del presidente y otra posterior.  El discurso del presidente Obama sin dudas es un parteaguas.

Y no estoy hablando de derechos humanos ni de pluralismo o democracia participativa. Hablo de cambios a secas.  Para poder aprovechar las ventajas que eliminar el embargo ofrecería, Cuba tendría que cambiar y abrir su sistema económico. Liberalizar el sistema económico lleva a liberalizar otras áreas también.

Desde luego, las cosas en Cuba no cambiarán de la noche a la mañana. Los Castro siguen siendo un freno y por eso el 2018 que es la fecha anunciada por Raúl Castro para retirarse es el año clave (si la biología no dispone otra cosa).  La política hacia Cuba ha sido planteada con una visión de futuro y muchos cubanos opositores así lo han entendido.

Hay que dejar de enfocarse en el pasado. Hay que actuar en el presente pero con la vista puesta en el futuro porque lo que se está planteando es el futuro de Cuba. El pasado no lo vamos a olvidar, pero no lo podemos cambiar, lo que sí se puede hacer es forjar el futuro de Cuba.

Esa debe ser nuestra visión, ese debe ser nuestro objetivo y para eso debemos trabajar. Y ese trabajo se hará fundamentalmente en Cuba, con el apoyo de los que estemos afuera. Eso lo han entendido muchos opositores que han decidido regresar a la isla y luchar allá. Eso tiene más riesgo pero la batalla se da en el campo de batalla. Los cambios se harán en Cuba porque es ahí donde hay que cambiar.

Definamos nuestro rol y preparémonos para participar activamente. Ya el presidente Obama marcó una pauta hacia el futuro. Ahora el turno es para nosotros, los cubanos.


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