Jen Psaki. AFP / Paul J. Richards
Cuba y Estados Unidos dialogaron este lunes 16 de marzo sobre la reanudación de las relaciones diplomáticas, pero esta vez a puertas cerradas, sin la intensa cobertura de las dos rondas anteriores en La Habana y Washington, respectivamente.La secretaria de Estado adjunta Roberta Jacobson volvió a presidir la delegación de norteamericana, mientras encabezó la cubana, Josefina Vidal, en un diálogo que no tenía un final programado, informó Reuters.
Una portavoz del Departamento de Estado atribuyó el silencio informativo al interés de mantener las conversaciones en "bajo perfil" y dijo que esto no guarda relación con otros temas políticos sensibles como Venezuela.
"Su atención se centra en arremangarse la camisa y tener conversaciones difíciles y completar el trabajo", dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki, a periodistas en Washington.
Sin embargo, el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, señaló que cualquier ataque a Venezuela implicaba también un ataque a Cuba, argumentando que "Estados Unidos ha provocado un daño grave al ambiente hemisférico en víspera de la Cumbre de Las Américas".
"Espero que el Gobierno de Estados Unidos comprenda que no se puede manejar a Cuba con una zanahoria ni a Venezuela con un garrote", dijo Rodríguez el sábado durante una visita a Venezuela.
Antes de comprometerse a restaurar los lazos, Cuba quiere que se le retire de la lista de estados patrocinadores del terrorismo del Departamento de Estado de Estados Unidos y encontrar un banco dispuesto a manejar las transacciones de su misión diplomática en el país norteamericano.
Por su parte, Estados Unidos busca aumentar el personal de su misión en La Habana e intenta que sus diplomáticos puedan viajar por la isla sin restricciones. Ambas partes han informado sobre avances en estas cuestiones después de las dos primeras rondas de conversaciones, resumió Reuters.
El presidente Obama dijo el 2 de marzo que esperaba que Estados Unidos inaugurara una embajada en Cuba antes de la Cumbre de Las Américas en Panamá, el 10 y 11 de abril, fecha en la que Obama y Castro podrían tener un encuentro cara a cara, el primero desde un apretón de manos durante el funeral de Nelson Mandela en diciembre del 2013.