El Banco Central de Cuba flexibilizó este lunes los créditos a los trabajadores privados, reduciendo el monto mínimo y duplicando el plazo de amortización, en una resolución publicada en la Gaceta Oficial.
"Resulta necesario actualizar la citada norma a fin de incentivar el otorgamiento de financiamientos a las personas naturales autorizadas a ejercer el trabajo por cuenta propia y a otras formas de gestión no estatal", dijo el Banco en una breve resolución.
En adelante, el monto mínimo para un crédito será de 1.000 pesos (42 dólares) y el plazo de pago de 10 años para inversiones y 18 meses para capital de trabajo.
La norma modifica una resolución de noviembre de 2011, la cual establecía el monto mínimo de un crédito en 3.000 pesos (126 dólares) y su plazo de amortización en cinco años.
"El 'campo' quedó expedito así para que quienes necesiten una menor cuantía de dinero para iniciar u operar y desarrollar sus negociospresten mayor atención a esta facilidad", dijo el diario Juventud Rebelde el viernes, al anticipar la nueva norma.
Indicó además que esta medida "alivia tensiones para quienes temen endeudarse mucho y no poseen suficientes garantías para respaldar su solicitud de crédito o piensan que el emprendimiento no les dará las ganancias suficientes para grandes empréstitos".
La resolución también concede un margen de autonomía para que "excepcionalmente los presidentes de bancos podrán autorizar que se concedan créditos por importes inferiores y plazos superiores a los establecidos", según la norma.
Al cierre del año, los trabajadores privados o "cuentapropistas" son unos 445.000 en la isla, básicamente en actividades de servicios.
El gobierno de Raúl Castro abrió en 2011 las posibilidades de otorgar créditos bancarios a los cubanos para negocios, reparación de viviendas y otras actividades.
Desde entonces, se han otorgado más de 218.000 créditos por unos 1.773 millones de pesos (73 millones de dólares), según cifras oficiales.
Las autoridades consideran baja la cifra de solicitudes y Juventud Rebelde opinó que ello se debe a falta de cultura bancaria, información, dudas e incertidumbre de la población.
"Pero también conveniencia", señaló el diario, pues "hasta ahora el cuentapropismo —independientemente de la envergadura del emprendimiento— ha usado como fondos originales los ahorros y el valor de los bienes personales acumulados, la ayuda solidaria de familiares y amigos, incluidas las remesas (del exterior) y otros soportes". (AFP)