Revista Cuba

CUBA: Poder y Negocios

Publicado el 12 mayo 2015 por Yusnaby Pérez @yusnaby

Hay muchas personas que piensan que el cambio de política de Estados Unidos hacia Cuba, responde a un intento de lograr la libertad de Cuba. La realidad es que los norteamericanos, de todas las tendencias entendieron que la política de aislamiento no funcionaba, que no perjudicaba en nada al gobierno cubano y que podría afectar un poco el nivel de vida del pueblo cubano. Pero sobre todo vieron, que al mantener una política que no funcionaba para el fin que fue diseñada, estaban perdiendo negocios, estaban dejando de vender productos, y decidieron cambiarla.

El mismo Obama ha dicho que no espera ninguna mejora en el aspecto de los derechos humanos, lo cual quiere decir que no espera la democratización de Cuba. La mafia castrista continuará su gobierno represivo, y muchas empresas norteamericanas podrán hacer negocios con el vecino, que hasta diciembre pasado era el enemigo.

Y como en Cuba hace falta de todo, porque hay una escasez general sobre todo de alimentos, medicinas y bienes de consumo, las empresas norteamericanas están listas para vender desde papas hasta computadoras, desde aspirinas hasta medicamentos de ultima generación, sin dejar de pasar por automóviles y maquinaria para hospitales.

Asimismo, Cuba se está abriendo a la inversión extranjera, y muchas de las mismas empresas que hace más de 50 años perdieron lo que habian invertido en cuba por las expropiaciones castristas, están ahora deseosas de volver a invertir. Para los negocios, Cuba está de moda, y en oferta.

Y en el aspecto turístico pasa algo similar. Las empresas navieras, las aerolineas y los prestadores de servicios en general, ven una mina de oro en el potencial turístico de Cuba y no quieren perderse su pedazo del pastel. Todos los días una aerolínea anuncia una nyeva ruta a la habana, los Universitarios se peleán por ir en viajes de estucio a Cuba, y no cabe la menor duda que el turismo será uno de los sectores que más rápidamente se verá beneficiado.

El único elemento que falta en la ecuación es cómo Cuba va a pagar por las inversiones, como se va amanejar el aspecto financiero y si se permitirá a los bancos extranjeros, léase norteamericanos, operar en Cuba. Eso se seguirá discutiendo y a la postre se resolverá. Y sin duda, muy pronto se verá la Bandera Norteamericana ondear en la embajada norteamericana, y seguramente la mismísima águila volverá a posarse en su alto pedestal del monumento al Maine.

El efecto para Cuba será económico, y en la medida que el gobierno se abra más, se acelerará la creación de una clase media y una sociedad civil. Del pasado, poco o nadie hablará, y así llegará el momento en que la biología, a pesar de los efectos milagrosos que le atribuyen a la Moringa, actuará sobre los hermanos castro y pasará lo que Silvio Rodríguez dijo hace un par de años: Antes de morirse, Raúl Castro debe arreglar es desastre económico que hay en Cuba, y así será.

Lo más difícil será la eliminación de la doble moneda, y la eliminación del estado como intermediario laboral, para permitir la libre contratación de personas. Esto último, será lo que realmente permitirá la recuperación del poder adquisitivo de los ciudadanos, para que puedan comprar los bienes que estén llegando y se eleve el nivel de vida. Nivel de vida es equivalente a capacidad de consumo.

Entonces una nueva generación nacida después de la revolución heredará el poder y la capacidad de represión que lo sostiene. Lo que esa generación haga, marcará la vida política futura de Cuba. Ojalá y esa nueva generación que puede llegar al poder tan pronto como en 2018, actúe pragmáticamente y no dogmáticamente. Ojalá que el poder no lo herede nadie de apellido Castro, sinio un Miguel Díaz Canel o cualquier otro.

Pero no nos confundamos. Las medidas tomadas, no buscan la libertad de Cuba, y son apoyadas mayoritariamente por ambos partidos porque en todos los estados hay empresas que buscan hacer negocios con Cuba, y la única excepción son algunos políticos que todavía dependen del voto de un sector radical de la emigración cubana para ser electos.

Que pasará cuando falten los Castro que son el único elemento de cohesión política en Cuba. Eso no se puede saber, pero sin duda alguna se perderá la unanimidad, habrán divisiones y diferencias, y una lucha por el poder, porque al fin y al cabo eso es lo que más les importa a los integrantes del gobierno cubano: Tener el Poder.

Pero la política actual hacia Cuba, está claramente marcada por esos dos elementos: Negocios y Poder.


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