El Gobierno cubano está presionando a los profesionales del programa federal Mais Médicos, bandera de la presidenta Dilma Rousseff, para que sus familiares (cónyuges e hijos) que están en Brasil retornen inmediatamente a Cuba.
En el caso contrario, amenaza con sustituirlos por otros médicos que estarían en Cuba esperando por la “oportunidad” de viajar a Brasil.
Hasta diciembre, de los 14,462 profesionales de la salud trabajando en Mais Médicos, 11,429 -el 80%- eran cubanos. No hay un estimado de cuantos tienen a sus familiares en Brasil.
La presión ha sido realizada directamente por la vice-ministra de Salud Pública de Cuba, Estela Cristina Morales, y por sus interlocutores, que se han reunido con los médicos cubanos en varias ciudades brasileñas. Esta información ha sido confirmada por médicos con los que hemos tenido contacto desde hace varias semanas.
El principal argumento del Gobierno de Cuba es que el contrato realizado en la isla no contempla la posibilidad de que puedan recibir visitas de sus parientes. ¿A alguna persona en este universo, que no sea cubano, le deben poner en el contrato laboral que tiene derecho a ser visitado por su familia?
El contrato, sin embargo, por parte de Brasil no estipula un plazo para las visitas, abriendo la posibilidad de ser extendidas. El Gobierno de Brasil concede a los familiares directos de los médicos cubanos una visa de permanencia de 36 meses, el mismo tiempo que dura el contrato.
El Ministerio de Salud brasileño dice que no hay nada que impida a la familia de los médicos permanecer en Brasil. En el artículo 18 de la ley de creación de Mais Médicos está prevista la venida de los familiares dependientes de los profesionales.
La Ley de Inmigración fue modificada en Cuba en 2013 y esta flexibiliza la salida del país de los cubanos (sin autorización previa del Gobierno). Sin embargo, aún existe la limitación explícita para atletas, médicos, opositores al régimen (de interés) y a personas que, arbitrariamente, no pueden salir.
La presencia de cónyuges e hijos en Brasil, en la práctica, facilita el establecimiento de los médicos en ese país, agravando los riesgos de fuga de una mano de obra cualificada, que genera dinero para la isla.
El sábado (7), la vice-ministra de Salud de Cuba estuvo en el municipio Jandira (SP). Entre la 1:00 y 4:00pm conversó con médicos y les aseguró que hay 530 profesionales en la isla esperando para entrar a Mais Médicos.
“El mensaje fue claro. Si los familiares no regresan, seremos sustituidos”, dice un médico que pide anonimato.
Hay casos en que el marido y mujer que está en el programa tiene hijos pequeños.
“Tenemos dos casos de amigos que tienen hijos de tres y seis años y que están siendo presionados para mandar de vuelta a los niños, solos”. Cuenta otro médico.
“Quieren que mi marido regrese. Él está hace cuatro meses trabajando aquí, con sueldo y todo. No es justo”, afirma una doctora que opera en Grande SP.
Otra doctora teme ser separada de su marido e hijo de siete años -ya matriculado en una escuela. “Si ellos son obligados a regresar, me ire junto a ellos.”
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