Revista América Latina

Cuba y el Club de París, los detalles

Por Yasmany Zapata Perez @rexodor
Cuba y el Club de París, los detallesGiselle Vichot Castillo
Tomado de Cuba AhoraLos acuerdos tomados entre Cuba y Club de París el pasado 12 de diciembre de 2015 para normalizar la situación de impago que mantenía el país caribeño con el grupo de acreedores desde la década de los 80 del siglo pasado han despertado el interés y la curiosidad, no solo de los ciudadanos cubanos sino también de una parte de la comunidad internacional.
Una representación de profesionales de los medios cubanos tuvo la posibilidad de intercambiar con Marlén Sánchez Gutiérrez, profesora auxiliar e investigadora del Centro de Investigaciones de Economía Internacional (CIEI) de la Universidad de la Habana, sobre aquellos aspectos fundamentales que permiten hoy explicar la renegociación de la deuda de Cuba con el Club de París.
Sobre la importancia asociada a este evento, la también Doctora en Ciencias Económica señaló que en primer lugar estábamos en presencia de una negociación totalmente atípica y a la vez favorable para Cuba, producto de las condiciones y términos en que se logra firmar el acuerdo.
Los países de medianos ingresos, cifra a la que se suma Cuba, nunca antes habían sido favorecidos, en términos de renegociación, como lo ha sido el país caribeño, a quien le fue condonada más del 70 % de la deuda, para ser exactos el 76, 6 %.
Entre los términos y condiciones bajo los cuales se firma el acuerdo con el Club de París, en 2015, resalta el impago de intereses hasta 2020, que después de esta fecha mantendrán una tasa fija de 1,5 % de la deuda pendiente, algo totalmente atípico pues el monto de interés, por lo general, nunca se mantiene estático.
Por otra parte, se acordó pagar la deuda, que asciende al monto de 2 600 millones de dólares por concepto de deuda vencida, en un período de 18 años. Los pagos anuales se incrementarán gradualmente desde el 1,6 % del total, lo que serían unos 40 millones en 2016, hasta el 8,9 % en el 2033. En caso de incumplimiento el país será gravado con un interés del 9 % hasta el pago, además de los intereses por la demora de esa porción en atrasos.
Asimismo se pactó que los países miembros del Club de País pueden negociar la deuda de forma bilateral, es decir, fuera de los marcos del club, hasta el 30 % de lo adeudado, algo totalmente novedoso.
Se considera un acuerdo inédito, además, porque si bien existe un proceso de transformación de la economía cubana en curso, aún no arroja los resultados suficientes que permitan, en este caso al Club de Club de París, medir la capacidad de solvencia del país para cumplir con sus compromisos. De igual forma, no hay una relación de Cuba con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, por consiguiente, no existen programas de ajustes previos avalados por esta organización, un elemento que generalmente influye sobre la decisión de los acreedores.
Sobre la influencia del nuevo escenario de relaciones con los EEUU también se ha hablado mucho en los últimos tiempos. Para la doctora Marlén Sánchez el comienzo de esta nueva etapa es un elemento importante, sin embargo, no es el único. En un contexto donde resalta la implementación de la Ley de Inversión Extranjera, el compromiso de Cuba como país resultaba una invitación para los inversionistas. “Ambos factores dinamizaron el proceso de las conversaciones de los acreedores con Cuba y eso en buena medida influyó en los resultados de los acuerdos tomados, es decir, en los términos y condiciones que se alcanzaron para Cuba”.
Si bien la nueva situación de Cuba ante sus acreedores representa un alivio extraordinario, sobre todo en cuestiones de credibilidad internacional, el acuerdo no resuelve el endeudamiento externo cubano.“Cuba tiene que cumplir sus compromisos en octubre de 2016 y garantizar el pago puntual de esta deuda. A ello se suma además el compromiso de pago de la deuda activa, es decir la llamada deuda de la banca privada en el marco del Club de Londres, que aún no se negocia y constituye una cifra considerable”.
Aunque los acuerdos con el Club de París señalan un buen camino en las relaciones de Cuba con los acreedores, este comienzo debe potenciarse. El proceso de transformaciones que experimenta el país dirige las miradas hacia otras interrogantes: ¿cómo será el acceso de Cuba a los mercados financieros internacionales y los bancos de desarrollo de carácter multilateral? Dicha relación no solamente entendida desde el financiamiento, sino que a través de ella se puede solicitar asistencia técnica entre otras oportunidades que Cuba no debe ignorar, concluyo Sánchez.
Cuba y el Club de París, los detalles
(Síntesis)
Fuente: cartasdesdecuba.com

Volver a la Portada de Logo Paperblog