Revista Opinión

Cuba y las redes sociales… el comunismo y sus atrocidades

Publicado el 01 enero 2019 por Tablazo Tablazo Cubanoti @tablazocom
Cuba y las redes sociales… el comunismo y sus atrocidades

Es este el justiciero, el aliado que arrancará muy pronto y de raíz el comunismo en Cuba; habla todos los idiomas, tiene lentes por doquier, no se calla nada, viaja el mundo entero y muestra todo lo que ve.

Cada segundo, las imágenes y las mil palabras que llevan al pie, si las necesitan, desengañan al que aún está adormecido con aquellas patrañas prehistóricas a base de terror, de mentiras y de muerte que han mantenido a la mafia Castro-Ruz en el poder usurpado y absoluto del archipiélago cubano durante unas larguísimas seis décadas.

En esta época tienen que medirse, ¡y de qué manera! Actuar con cautela, porque están desnudos frente a los ojos de este planeta. No existe ropaje que esconda sus crímenes constantes, ni venda que cubra la sangre que hacen correr, antes de que un simple "click" los delate.

Este tiempo... ¡me encanta! A pesar de lo que digan. Me divierte que un diminuto teléfono celular mantenga con insomnio a Raúl Castro y a su prole. Ellos pensaron tener a Cuba en un puño por los siglos de los siglos.

Por supuesto, no habría noticias, ni pruebas de rebeldía, sin la disidencia pacífica dentro y fuera de la isla. Estos cubanos en rebelión ya no son considerados una burla para el régimen. Ahora son un dolor de cabeza "que no lo cura ni la aspirina".

Castro, Díaz-Canel y sus secuaces, están temblando. No lo pueden disimular. Bloqueando y/o "hackeando" o manipulando cuentas en Twitter fundamentalmente, con información falsa, de líderes de la oposición. Tratan de desprestigiar a estos corajudos. Olvidan que Cuba también es su Patria y que estos detractores se niegan a permitir que siga encadenada a esa esclavitud apocalíptica en tiempos modernos.

Abogan porque la Involución cubana no cumpla ni un año más. Y con razón. En más de medio siglo sumergieron al país en la vergüenza, en la destrucción casi completa. Y ni qué decir de la infame, cruel y despiadada deformación de generaciones que no sólo viven... a duras penas, subsisten.

Ni los bombardeos atómicos de 1945 en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki han dejado secuelas tan nefastas como este mal que adolece Cuba. Japón se recuperó. Escaló hasta el primer nivel de desarrollo. Los nipones son libres.

Todavía quedan miles de cubanos que temen a la libertad porque les han hecho creer, mediante la propaganda fascista sostenida, que aquello es justo y equitativo. Que en una sociedad capitalista y democrática prevalece la injusticia. Que es el peor de los males. Donde nadie te ayudará. Donde los negros no valen nada, donde te dejan morir sin atención médica de primera, donde tienen que trabajar como esclavos, donde si no eres rico tus hijos no serán nadie. Donde los políticos son ladrones y no piensan en el bienestar de su nación. Donde vivirán tan solos y enajenados que la sociedad los aplastará como al cucarachón de Kafka.

Por qué no cuentan, los que viajan, de las bondades del capitalismo. Donde comer es normal. Donde tener un hijo es una bendición y no motivo de angustia por todo lo que le faltará. Donde llegarás en los estudios o en tu oficio o profesión hasta donde tu capacidad, esfuerzo y voluntad lo permitan.

Por qué no cuentan de los derechos humanos, de la posibilidad de hablar lo que te de la gana, de la libertad para criticar las leyes, al presidente de turno, de hacer huelgas, marchas; y que no irás preso por ello. Que existen elecciones libres donde tú eliges a tu presidente porque su nombre está en la boleta, y que no lo escoges de por vida.

Que digan la verdad. Que en democracia y libertad nadie te intimida si no te importa la política. Se respetan todas las razas, etnias, credos y religiones. Que existe muchísima educación formal y cortesía. Que tu salario te alcanza hasta el punto de mantener tu independencia total, sin esperar la ayuda de otros. Donde hay precios para todos los bolsillos. Donde existe ayuda magnánima del gobierno si no puedes con tus gastos. Donde la familia sí consta como el núcleo de la sociedad y su progreso. Donde hacerte muy rico es legal. Donde la alegría, la diversión y la esperanza no son contrarrevolución.

Y por qué no convencemos a todos los cubanos de la isla, de que esta vida llena de libertades se puede vivir sin emigrar. Que tenemos un país por reconstruir y un pueblo que merece la felicidad eterna. Que nunca más viviremos esparcidos por el mundo. Ni abandonaremos para siempre la tierra donde nacimos. La tierra que hasta después de muertos nos pertenece. La Patria es la madre de todos. Lleva en sí un espacio para cada cual. Ningún hombre, ni ideología alguna puede quitarle el derecho que tiene la tierra de acoger a los suyos. Cuba es nuestra. Cuba es de todos los cubanos. Una madre no discrimina a sus hijos porque sean distintos. Una madre cobija, protege y acepta la diversidad. La Patria es seguridad, sentido de pertenencia, amor infinito... incondicional.

Nuestra Cuba reirá por siempre. Pasarán los años, y estos 60 vividos en la angustia serán un amargo recuerdo. Pero, sólo eso, recuerdos. Aprenderemos, después de este atropello, a conservar la libertad, los derechos. Publicaremos en las redes sociales cada instante de cambio, cada minuto de rescate de lo que fuimos y de lo que volveremos a ser como nación, de la democracia y la prosperidad continua que se avecinan.

A través de las redes sociales, de internet, publicaremos sin cesar la manera de ser libres como lo quiera disfrutar cada hijo de Cuba.

@idaysicapote


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