Por : Radovan RYBÁK
En la Biblioteca Havel Vaclav tuvo lugar la semana pasada, una noche interesante. La “disidente cubana” Rosa María Payá habló acerca de la Cuba contemporánea en Praga, por invitación a dicha biblioteca. Esta atractiva mujer joven es la hija del “disidente” Oswaldo José Payá Sardiñas, quien recientemente murió en un accidente de automóvil. Fue a este evento para convencer a los presentes sobre la permanentemente anti-democrática Isla de la Libertad.
Algo que me molestó toda la noche fue que hablara de las condiciones actuales de la perla del Caribe sólo en Inglés, porque en la sala también habían personas que hubieran preferido, al menos aquí y allá entenderla mejor con un traductor en ingles que les contara por los auriculares.
La tarde comenzó en la Biblioteca Vaclav Havel con el director Michael Žantovský. El ex diplomático dio la bienvenida a todos los presentes, le pasó la palabra al ex director de la biblioteca y apresuradamente abandonó la sala. Me sorprendió, porque creo que este era el terreno propicio para que el escritor Žantovský hablara sobre este tema tan beneficioso.
Rosa María Payá habló de la normalización de relaciones entre los EE.UU. y Cuba (una política interna del Estado cubano), y también habló sobre su infancia, o tal vez se refería acerca del tiempo que ellos gastan en sus viajes al extranjero. Martin Palouš leyó largos textos que se relacionaban a este tema. Hubo un poco de discusión, pero lamentablemente el no estaba apasionado. ¿Y cómo podría, si él también habló en un inglés técnico?
Bueno, tal vez usted piense que se trataba de uno de esos eventos elitistas, esos donde se conversa sobre cosas abstractas y profundas entre el cielo y la tierra. No fue así, eso no ocurrió.
Estoy muy sorprendido que dicho debate, de casi dos horas, fuera interrumpido por dos jóvenes borrachos, literalmente borrachos, que no llegaban a los treinta años. Teniendo en cuenta, que bajo la fuerte intoxicación alcohólica que tenían hablaban español en el salón, asumí que los cubanos probablemente pertenecían a Rosa.
Esta acción no me gustaba y pienso que el debate tuvo solo uno efecto y creo que seria una exageración si escribo que este debate ha cumplido solo un propósito. Fue un simple patrocinamiento, de los ordinarios. Entiendo a Michael Žantovský, que dejó rápidamente la discusión. El alcohol fue el motivo. ¿Y el resultado? Payá aparentemente falló en su misión, y no solo por esos dos acompañantes.
Traducido por Yadira Escobar, con la colaboración del periodista, Radovan RYBÁK,
del periódico checo Halo Noviny.
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