Mi puntuación: 8/10
Revista Cine
Ni el espectador ni los propios personajes saben que está pasando ni el motivo, y sinceramente no importa, o mejor dicho, es mejor no saberlo para que el misterio que impregna toda la película nos mantenga en vilo mientras asistimos a un alarde de ingenio y maestría tanto en guión como en realización. Y no sólo estaremos intrigados en todo momento por culpa de un maquiavélico juego/experimento, también viviremos escenas terroríficas llenas de hemoglobina donde sus protagonistas son meros peones al servicio de una de las tramas más rebuscadas y originales del género. Una de mis películas de ciencia ficción favoritas que por desgracia se vio enturbiada por una secuela y una precuela, ambas prescindibles y excesivamente evidentes.