Las cubiertas vegetales pueden ser naturales o cultivadas. Las cubiertas naturales sonaquellas que crecen de manera natural bajo los cultivos leñosos, no requieren costes de implantación y suelen tener una gran diversidad de especies. Su composición está condicionada por la pluviometría, por la fertilidad del suelo, el banco de semillas existente en el mismo, y por su manejo (laboreo, siega, apero y fecha de laboreo, pastoreo…). Las cubiertas cultivadas son más costosas puesto que deben ser sembradas y pueden requerir un abonado extra o consumir más agua, pero suelen ser más productivas y permiten adaptarse mejor a las necesidades del cultivo y del agricultor. Por ejemplo, si necesitamos incrementar el contenido de nitrógeno del suelo, sembraremos una cubierta rica en leguminosas, que además serán un excelente pasto para el ganado, en caso de tenerlo. La especie leguminosa más empleada es la veza (Vicia sativa) por su mayor disponibilidad en el mercado, pero también se usan en menor medida otras como el yero (Vicia ervilia), la moruna o algarroba (Vicia articulata), la esparceta o pipirigallo (Onobrychis sativa), alfalfas de secano y mielgas, carretones (Medicago spp.). Si además de incrementar el contenido de nitrógeno queremos incrementar el contenido de materia orgánica y aportar más biomasa entonces podemos cultivar las leguminosas junto con algún cereal (avena, cebada, centeno). Las gramíneas (como son los cereales), además, gracias a su sistema radicular son más efectivas en el control de erosión y son más persistentes cuando son incorporadas al suelo que las leguminosas.
Es crucial en estos ambientes semiáridos, recurrir siempre a especies y cultivares adaptados a las condiciones de precipitaciones de nuestra zona y que no requieran grandes inversiones de dinero. Del mismo modo, si tenemos algún problema de plagas, se pueden sembrar aquellas especies que favorezcan el desarrollo de la entomofauna auxiliar propia para la plaga que esté ocasionando el problema.Los criterios que deben guiar la elección de las especies y variedades a emplear como abonos verdes podrían ser los siguientes:
-Estar adaptadas a las condiciones de suelo (pH, textura, etc.) y humedad.
-No ser exigentes en agua, nutrientes y cuidados para desarrollarse convenientemente, ya que los costes de cultivo deben ser bajos.
-Aportar materia orgánica eficaz para la formación de humus.
-Fijar nitrógeno
-Ser competidoras eficaces con las hierbas, ya sea porque produzcan mucha biomasa en poco tiempo, y/o por liberar sustancias alelopáticas.
-Favorecer la presencia de enemigos naturales.
-Tener un bajo coste de implantación.
**Fuente utilizada: https://www.alvelal.net/