Antes de empezar a operar en bolsa es bueno hacerse una cartera virtual.
En el caso de las acciones es muy sencillo. Nos abrimos un excel, ponemos las acciones que compramos, precio de compra, las fórmulas excel pertienentes, cada día ponemos el precio y así lo vamos siguiendo.
Cuando nos metemos en derivados ya es más complejo porque su funcionamiento es más complicado. Para esto hay varios simuladores que están bastante bien. Así vamos aprendiendo la garantía que hay que pagar, la prima, lo que podemos ganar, lo que podemos perder, lo que afecta el tiempo a estas inversiones entre otras cosas.
El objetivo es saber perfectamente su funcionamiento ya que la teoría en estos casos no es suficiente.
Una vez que manejemos los derivados, ya sean futuros, warrants, opciones... nos podemos lanzar al mercado real pero cuidado, hay un factor que no se aprende en las carteras virtuales, en las simulaciones. ¡La parte psicológica!.
No tiene nada que ver operar de manera virtual a hacerlo con nuestro dinero. Con la primera opción si perdemos no pasa nada, abrimos otra cuenta y ya está. En la segunda "jugamos" con nuestro dinero y eso acojona. Puede hacer que compremos o, sobre todo, vendamos en un momento no adecuado por miedo.
Se dan muchos casos en los que en las carteras virtuales lo clavan y en la vida real no hay manera. Este suele ser el motivo.